Cuando disfrutamos de un buen mezcal, nada es más importante que ese momento. Es decir, que resulta poco probable que nos detengamos a pensar en todo lo que se ha realizado para que ese trago llegue a nuestra mesa. Y es que se ha invertido tiempo, y mucho, pero mucho esfuerzo por quienes participan en los procesos de envasado y comercialización de esta deliciosa bebida. ¡Quédate y descubre las dinámicas que emplea la producción de mezcal!
Vámonos por partes…en la producción de mezcal
En un principio, cuando hablamos de la producción del mezcal resulta complicado entender los procesos y las categorías. Anteriormente te hemos contado cómo se elabora, su clasificación –dependiendo del método-, y el tratamiento que se le da una vez terminado.
Parecería que una vez que el líquido ha salido exitosamente del palenque se acaba todo, pero, para los grandes productores, esta es tan solo una parte. ¡Apenas va a la mitad! Pues faltan aún dinámicas de embotellado, sellado, etiquetado, embalaje y transporte. Ahora sí, respira hondo, porque vamos a ver cómo ocurre esto.
Ya tenemos el mezcal. ¿Y ahora qué?
En términos generales, las empresas se enfrentan a dos grandes etapas: envasado y comercialización. Vale la pena mencionar que las compañías que se dedican a esto también juegan otro tipo de roles, como la producción en masa y el asesoramiento en controles de calidad. Como ejemplos tenemos a CEMOSA y a la Procesadora y Envasadora de Mezcales Artesanales.
Embotellado y etiquetado de la producción de mezcal: Cuidando de nuestro mezcal
Aunque esta fase suena muy simple, no lo es. Aquí se cuida la higiene y la presentación de las botellas; y como de la vista nace el amor, es de suma importancia hacerlo con cuidado. La eficiencia se logra mediante máquinas especializadas, pues cuando se trabaja en grandes cantidades el tiempo es oro.
Lo primero que se cuida es la limpieza; las botellas que serán llenadas con mezcal, se lavan y desinfectan para que podamos tomarlo con toda confianza. Posteriormente, se pasa al llenado: una máquina transporta el líquido de su contenedor -de acero inoxidable- a las botellas, a través de válvulas de presión; gracias a ella se pueden llenar cuatro, seis, diez o más a la vez.
Después de eso, se colocan la tapa y los sellos de seguridad; es decir, los que garantizan que las botellas no han sido abiertas hasta que nosotros lo hagamos. La mayoría de las veces encontramos una etiqueta alargada, seguida de una cobertura de plástico que se moldea con calor (fíjate en los sellos); así, nada ni nadie podrá aprovecharse o tratar de adulterar la bebida sin que nos demos cuenta.
Para finalizar esta etapa se procede con el etiquetado, mismo que se hace con una máquina que permite que las etiquetas queden perfectamente alineadas, lo que le brinda una mejor presentación y pulcritud a la botella.
Comercialización en la producción de mezcal: Para disfrutar un rico mezcal
Este es el último paso: llevarlo al lugar en donde se va a vender. Las botellas son transportadas en cajas especialmente diseñadas para evitar accidentes; sería una catástrofe que se rompieran por un mal manejo del producto.
En esta etapa, además, tienen lugar los convenios y contratos entre distribuidoras y tiendas; llegan a un precio justo que beneficie a todos los que se han involucrado en la elaboración del mezcal, así como que sea accesible para los consumidores. 
A disfrutar se ha dicho
Ahora que sabemos lo que hay detrás de una botella de mezcal, nos corresponde reconocer la labor de las personas que cada día lo hacen posible: hombres y mujeres que trabajan como operadores de las máquinas, acomodadores, choferes, vendedores, y todos los que ponen su granito de arena para que esta siga siendo la bebida estrella de Oaxaca.
Y no lo olvides, detrás de ese delicioso trago se encuentra la dedicación y el amor de cientos de rostros que a diario hacen posible una misión que, en ocasiones, parecería ser imposible.
Ahora que conoces más a profundidad cómo funciona una maquila de mezcal, échale un vistazo a: El mezcal y el medio ambiente: claroscuros de su producción
