¿Te ha pasado que conoces a un extranjero y él sabe más cosas que tú sobre el lugar de donde eres? El neurólogo y escritor Oliver Sacks en sus notas de viaje, en Diario de Oaxaca (Anagrama, 2002), narra historias y experiencias que vivió en Oaxaca y que pocos de sus habitantes sabemos.
Si eres amante de los diarios y, por supuesto, de Oaxaca, conoce qué escribió el neurólogo Sacks durante su viaje. A lo largo de su vida redactó más de 650 cuadernos de diarios, y el de Oaxaca fue uno de los dos que publicó en vida, ¿será por lo especial que fue su viaje?
¿Quién es Oliver Sacks?
Oliver Sacks (1933-2015) es un escritor y neurólogo británico que llegó a vivir a New York, E.E. U.U., en 1965. En estos dos países realizó sus principales estudios y trabajos de investigación. Desde muy pequeño estuvo familiarizado con el conocimiento, la lectura y el arte. De sus padres heredó el amor a la medicina. Siendo niño conoció la tragedia de la guerra, y esto le forjó un mundo propio.
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En algunas conferencias narra cómo estos hechos le marcaron la vida. Su pasión por ayudar a sus pacientes siempre fue una inspiración para seguir conociendo los misterios de la mente humana. Durante muchos años se dedicó a tratar a enfermos con problemas neurológicos, por cuya rareza son poco estudiados por otros médicos. Dedicarse a estos casos le permitió explorar la narrativa médica. Buscó ahondar más en los secretos de la mente y el cerebro humano.
Sus experiencias con pacientes y sus propias investigaciones ayudaron a curar total o parcialmente a algunos enfermos. Estos hechos los relata en su libro más famoso, Despertares (1973), que se llevó al cine con Robert de Niro y Robin Williams.
En esta historia descubrirás el ímpetu y el compromiso de un médico que se enfrenta a las reglas del sistema y los prejuicios de las personas, ya que busca una cura para pacientes que estuvieron hasta más de cuarenta años en cama sin movimiento por encefalitis letárgica. La historia alienta esperanza, pues los pacientes recuperan por un tiempo su vida pasada.
Entre sus libros más conocidos están Musicofilia: relatos de la música y el cerebro (2007), El hombre que confundió a su mujer con un sombrero (1985) y su último libro publicado Alucinaciones (2012).
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Las plantas que trajeron a Oliver Sacks a Oaxaca…
En el año 2000, Oliver Sacks, junto con la fundación American Fern Society, viajó a Oaxaca con el objetivo de observar los helechos de la región; su viaje de estudio se convirtió en un interés por la gastronomía, la cultura, las ruinas y la gente del estado.
El amor por los helechos lo heredó de su familia, específicamente de su madre y abuelo. En su diario narra que en el siglo XIX en Inglaterra había una pteridomanía (manía por los helechos), que hizo que las personas tuvieran colecciones de estas plantas tan antiguas en sus casas, en jardines y terrarios. Su casa no fue la excepción.
Y ahora te preguntarás ¿qué tiene que ver esto con Oaxaca? La razón es muy grande: Oaxaca tiene más o menos setecientas especies de helechos. El primer lugar que visitó al llegar fue el Jardín Conzatti, ubicado en el Centro Histórico, llamado así por el botánico Cassiano Conzatti, un amante de los helechos que hizo una obra sobre los recursos naturales de Oaxaca.
Para conocer los helechos que se había prometido ver en persona, viajó con el grupo de exploradores de la fundación a la Sierra Norte, a Llano de las Flores, en la comunidad de San Juan Atepec. En su diario, Oliver Sacks anotó que estuvo cerca del helecho venenoso Pteris. Además, lo que más le sorprendió fue que los helechos se vendían en los mercados y eran ocupados para usos medicinales.
Otros lugares encantadores de Oaxaca…
En una entrevista Sacks rememora que la finalidad de visitar Oaxaca era conocer los helechos de la región, pero que en sí el lugar le impresionó mucho. El entrevistador, al ver su biblioteca con muchos libros sobre Oaxaca, le preguntó: “¿Qué se te perdió en Oaxaca?”. Cuando leas su diario te darás cuenta de todo lo que leyó sobre la historia, la naturaleza y la gastronomía de Oaxaca antes de hacer su visita.
En el diario narra que durante más de cincuenta años esperó ver el Árbol del Tule, que un día observó en una foto antigua cuando estudiaba biología, y por el que el naturalista Alexander von Humboldt, uno de sus héroes, viajó especialmente durante su recorrido por América, en el siglo XVIII. Lo que más le sorprendió del árbol fue su tremenda circunferencia. Y cuenta cómo los niños, por una cuota, le explicaban a los turistas las formas que se ocultaban en el tronco: la cabeza del león, la pata de un elefante, entre otras.
Durante todo su viaje Sacks se mantuvo escribiendo en su diario, y anotó varios lugares que logró visitar, como Yagul, Monte Albán, Hierve el Agua, Mitla y San Bartolo Coyotepec. En Teotitlán del Valle conoció el proceso de fabricación de los tapetes, y un artesano con grana cochinilla le tiñó su camisa. En Santiago Matatlán probó el delicioso mezcal y el festejo no se hizo esperar.
Si quieres saber qué más escribió Oliver Sacks sobre estos lugares, adéntrate a la lectura de su Diario de Oaxaca. Y, si estás por Oaxaca, inspírate también para iniciar tu propio diario.
Adquiere el libro en:
https://www.anagrama-ed.es/libro/argumentos/diario-de-oaxaca/9788433964106/A_507
Antes de irte, échale un vistazo a: Entrevista con Nadia López García, poeta Ñuu savi (Parte I)