Caldo de Piedra, un tesoro gastronómico de herencia prehispánica

Estamos listos para comenzar este delicioso recorrido culinario por uno de los platillos más sorprendentes de todo Oaxaca. Déjate envolver por su peculiar preparación y ese sabor que tanto te encantará.

Seguramente en alguna de tus visitas a Oaxaca, buscando algún platillo típico o comida para disfrutar, escuchaste hablar del caldo de piedra; un exótico manjar con siglos de historia que, aunque pueda sonar raro, literalmente contiene piedras en su interior. Pero la cosa no es así de simple, pues esta delicia se encuentra envuelta de tradición y con su preparación sorprende a todo aquel que la degusta. Emprendamos este exquisito recorrido por uno cinco favoritos de la cocina oaxaqueña.

El origen del caldo de piedra

No se sabe con exactitud cuándo nació el caldo de piedra, pero se presume que la receta ha pasado de generación en generación desde tiempos prehispánicos; sin embargo, no nos sorprendería que esta técnica de cocción se llevara a cabo desde la época del hombre primitivo. En la actualidad este delicioso guiso es el orgullo de San Felipe Usila, Tuxtepec, poblado de herencia chinanteca de la región del Papaloapan; pero, para elaborarlo se requieren una serie de elementos de suma importancia. 

Para comenzar, el caldo debe ser preparado, preferentemente, a la orilla del río, para asegurar la frescura del camarón y del pescado. Por otro lado, el recipiente tradicional para servirlo es una jícara cortada por la mitad, ya que todo influye en el sabor final del platillo. Como dato curioso te contamos que la tradición dicta que las jícaras deben de ser cortadas únicamente en noche de luna llena, ya que si se hace en otro momento se quebrarán de forma desigual y se estropearán por completo.   

Un manjar dedicado a las mujeres

Según la costumbre este delicioso platillo es preparado exclusivamente por los hombres, pues representa una ofrenda de agradecimiento hacia las mujeres. Entre ellos se dividen las múltiples tareas para que este caldo sea una realidad: algunos se dedican a capturar tanto el camarón como el pescado, que son dos elementos protagonistas de este guiso. Otros van picando el resto de los ingredientes que lleva, tales como cebolla, jitomate y ese chilito que lo llena de sabor. Y otros, por último, se encargan de atizar el fuego de la leña y mantenerlo encendido durante horas, para que las piedras alcancen la temperatura adecuada

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El elemento estrella de una preparación inusual

Hemos comentado al principio de esta entrega que el procedimiento para preparar este manjar es algo sorprendente; pero ahora mismo vamos a explicar por qué. Este caldo, a diferencia de otros, se cose dentro del mismo recipiente en el que se va a servir, es decir, en la misma jícara. Una vez que se han mezclado todos los ingredientes en crudo se agrega el elemento estrella: las piedras extremadamente calientes que de inmediato pondrán a hervir la deliciosa preparación

Estas piedras de río son minuciosamente seleccionadas, ya que deben de estar aptas para soportar las altas temperaturas; tanto que a veces se llegan a tornar de color rojo, así como pasa con el hierro cuando se calienta. Para preparar un caldo de buen tamaño se necesitan alrededor de tres piedras y lo más sorprendente es que, cuando uno se encuentra a punto de tomar el primer sorbo, sigue hirviendo y forma en el interior de la jícara un espectáculo sin comparación

¿Dónde disfrutar el caldo de piedra?

Además de disfrutar su sabor, con este platillo puedes ser testigo de siglos de historia y tradición; y, por ello, es una experiencia que no te puedes perder la próxima vez que visites Oaxaca. El caldo de piedra lo puedes encontrar a lo largo de toda la región chinanteca, pero si te mueves por el centro del estado existe un lugar que sí o sí debes de incluir en tu itinerario gastronómico: se trata del restaurante “Caldo de Piedra. Cocina de Origen” en Santa María del Tule. Este lugar ofrece a sus comensales una gran variedad de platillos, pero, por supuesto, no te puedes ir sin probar este manjar de herencia prehispánica: tanto su preparación como su sabor te dejarán sin palabras. 

¡No te quedes con las ganas de probar un delicioso caldo de piedra! Anímate en tu próxima visita a Oaxaca y descubre por qué está en uno de los primeros lugares de la cocina tradicional

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