En lo últimos años el mundo del mezcal ha sido testigo de un boom a nivel internacional, ya que el consumo de este destilado ha crecido aceleradamente y de forma extraordinaria. Y, aunque en principio esto podría parecer una buena noticia, también acarrea nuevas complicaciones en materia de legislación. Tal es el caso de la biopiratería del agave, un fenómeno que se relaciona con el saqueo y la imitación.
Pero ¿Qué es la biopiratería?
La biopiratería es un fenómeno que se ha acrecentado en los últimos años. Es especialmente conocido por afectar a las especies de agave y maíz mexicano. Y es que esta actividad consiste en sacar semillas endémicas del país y transportarlas hacia territorios extranjeros, con el fin de cultivarlas para conseguir plantas propias y obtener sus beneficios. En el caso de los agaves el principal motivo para que esta acción se lleve a cabo es la creciente demanda de destilados y productos derivados de esta planta mexicana.
La biopiratería del agave atenta directamente contra las características identitarias y las Denominaciones de Origen, pues en ellas se estipula que una característica fundamental de los productos es el suelo en el que crecieron, lo que al mismo tiempo es parte significativa en la calidad de los destilados. Pero con la biopiratería no solo se priva a las plantas de las características del suelo, sino también de su propio sistema natural de crecimiento, como en el caso de algunos agaves mexicanos que son polinizados por el murciélago magueyero. Este pequeño animalito forma parte del ciclo natural de crecimiento de la planta, y si esta crece en otros lados en donde el murciélago no habita, el proceso sufrirá de una significativa falta. El resultado será tan solo una imitación de la original, de ahí el termino de “biopiratería”, porque parece igual pero no lo es.
La creciente demanda del mezcal desencadena en biopiratería del agave
Según el portal El Economista el mercado del mezcal crece en promedio del 25 al 30% anual, esto se traduce en mayor demanda por parte de los consumidores y mayor competencia entre los productores. Excepcionalmente después de la pandemia de COVID-19, durante 2022, la distribución de información y propaganda por medio de canales electrónicos permitió un crecimiento del 74%, con ello el mezcal está ganando terreno ante otros destilados mexicanos y extranjeros, como es en el caso de países tan lejanos como Japón.
La biopiratería explicita un error, la creencia de que se pueden imitar productos, tales como el mezcal, sacándolos de su patrimonio biocultural. Es necesario que se establezcan y hagan válidas leyes para evitar esta práctica que contribuye al empobrecimiento patrimonial del agave y el mezcal.
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