En la antigüedad, el tejate era parte fundamental de las ceremonias agrícolas.
Oaxaca es una tierra que ha sabido conservar sus tradiciones y su gastronomía a lo largo de los siglos. Seguramente ya habías escuchado que los tamales oaxaqueños se consumen desde tiempos prehispánicos. Pero, ¿sabías que también existen bebidas tradicionales que han sobrevivido al paso del tiempo? Una de ellas es el tejate, por eso aquí te diremos qué es y por qué es conocida como la bebida de los dioses.
¿Qué es el tejate? La bebida de los dioses
Muchos de los platillos o de los ingredientes que se utilizan en la gastronomía de Oaxaca, datan de la época prehispánica, y el tejate no es la excepción. Antes de que los conquistadores europeos pusieran un pie en estas tierras, los antiguos habitantes de Mesoamérica ya disfrutaban de esta refrescante bebida. Su nombre proviene del náhuatl textli y atl, que se traducen literalmente como «agua de masa», o bien «agua harinada».
En la antigüedad, el tejate era parte fundamental de las ceremonias agrícolas, consumido durante el inicio de la siembra o durante la cosecha, en donde se pedía el favor de los dioses para que éstas llegaran a buen término. Aunque sus rituales ceremoniales se han desvanecido, hoy en día el tejate ha encontrado un nuevo propósito en la vida cotidiana de los oaxaqueños; por lo que, además de ser una bebida deliciosa y refrescante, es apreciada por sus beneficios para la salud, ya que contiene fibra, proteínas, antioxidantes, y minerales esenciales como magnesio, potasio, hierro y zinc.
Su preparación: un arte transmitido de generación en generación
Esta bebida ancestral se elabora a partir de maíz, cacao, hueso de mamey y la peculiar flor del cacahuaxochitl, también conocida como rosita de cacao. Aunque la receta puede variar ligeramente según la región o el gusto personal, estos ingredientes forman la base de esta deliciosa bebida.
La preparación del tejate es un verdadero espectáculo, realizado por manos expertas que han heredado esta tradición ancestral de generación en generación. Comienza con el maíz criollo que se cuece previamente. Mientras tanto, el cacao, el hueso del maguey y la rosita de cacao se tuestan lentamente sobre el comal. Luego, todos estos ingredientes se muelen en un metate tradicional y se guardan en una batea (una especie de cajita).
Después de dejar reposar la mezcla, se vierte en las tradicionales ollas de barro verde. Se añade un poco de agua y comienza el ritual de batido, un proceso que requiere tiempo y paciencia hasta que la mezcla alcance la textura perfecta. Finalmente se incorpora el resto de agua hasta que la espuma característica aparece en la superficie, y ¡voilà! el tejate está listo para disfrutarse bien frío.
¿Dónde disfrutar de un buen tejate?
Aunque esta bebida se puede encontrar a lo largo de toda la entidad oaxaqueña, es mucho más común hacerlo en los Valles Centrales. Y no hay mejor lugar para probarlo que el mercado Benito Juárez, en el centro histórico de Oaxaca, allí encontrarás puestos que lo preparan de la forma más auténtica, servido en jícaras de cuatecomate y bien frío. Si llegas muy temprano, incluso podrás ver a las mujeres aún batiendo la mezcla.
Entonces, ¿cuándo planeas tomarte un delicioso tejate? Además de refrescarte en estos calores tan intensos, será un apapacho para tu paladar ¡No te arrepentirás!
Elena Figueroa
Ahora que ya sabes qué es el tejate y mientras corres a tomarte uno, échale un vistazo a las otras bebidas que debes probar en Oaxaca