Actualmente el bolero cuenta con una gran diversidad de subgéneros, que involucran experiencias de vida.
Pocos géneros musicales son tan románticos como el bolero, porque, ¿quién no ha suspirado con sus letras que expresan los sentimientos a flor de piel? Recientemente, gracias a su rica historia y valor cultural, ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad ¡Conozcamos juntos esta buena noticia que celebra al bolero en todo el mundo!
La UNESCO declara al bolero como Patrimonio de la Humanidad
En el 2003, México y Cuba impulsaron la propuesta, en un trabajo conjunto, para inscribir al bolero dentro de la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad ante la UNESCO. Hoy, 20 años después, el sueño se convirtió en realidad, pues este género musical ya ha sido reconocido como tal, gracias a su historia y riqueza cultural.
Se dice que el bolero nació en Cuba, a finales del s. XIX; pero en realidad es el resultado del intercambio entre la isla del Caribe y la península de Yucatán. Prueba de ello es el rasgueo y punteado que adoptó de la música propia de la región mexicana. Actualmente el bolero cuenta con una diversidad de subgéneros, que involucran historias de vida, sentimientos y la voz de las sociedades a través del tiempo. Incluso ha llegado a lugares con culturas totalmente diferentes a la nuestra, como es el caso de Japón.
La riqueza de los boleros en México
Fue durante el s. XX que el bolero alcanzó su esplendor en nuestro país. Rápidamente se extendió por todo el territorio, teniendo mayor éxito en la región centro y sureste de la República. Entre los grandes compositores se encuentran Agustín Lara, Guty Cárdenas y Alfonso Esparza Oteo. Y en la actualidad el bolero se mantiene presente gracias a las interpretaciones de Luis Miguel, Natalia Lafourcade, Lila Downs y Carlos Rivera, entre muchos otros.
Aquí en Quixe tenemos nuestros consentidos, maestros de la música en Oaxaca cuyos boleros han expresado el sentir de generaciones. Dos grandes exponentes son Álvaro Carrillo y Jesús Rasgado; el primero nos ha deleitado con composiciones como Sabor a mí y El Andariego, mientras que el segundo nos regaló la tristeza y nostalgia de Naila. Estamos seguros de que en Oaxaca, México y el mundo el bolero seguirá más vivo que nunca y sus letras seguirán formando parte de la historia de muchos corazones.
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