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El tequila es conocido como la bebida más popular de México. Tanto ha sido su reconocimiento a través de la historia que hoy en día podemos reconocerlo como un símbolo de identidad nacional; y aunque recientemente se ha dado gran promoción a otros destilados del agave de nuestro país, como el mezcal, el sotol y el bacanora, el tequila siempre ocupará un lugar privilegiado. Pero todo esto tiene su razón de ser, así que, si quieres conocer la asombrosa historia del tequila ¡Quédate! Porque aquí comenzamos.
Un regalo de los dioses, las raíces de la historia del tequila
Todo comienza con la explicación que daban nuestros antepasados prehispánicos al nacimiento de la planta del agave, de donde se saca el tequila. Cuenta la leyenda que el agave fue un regalo de la diosa Mayahuel, o Meyehual, a los hombres, para que no fueran tan desdichados; la mítica planta nació de sus huesos después de que sus hermanas la descuartizaran, en venganza por escaparse con Ehécatl-Quetzalcóatl. Puedes encontrar la historia completa aquí.

Con esa planta, también conocida como maguey, se podía elaborar una bebida fermentada que los grupos prehispánicos conocían como el «elixir de la felicidad». Pero fue hasta la llegada de los españoles que nacería el tequila como hoy lo conocemos, pues era necesario un proceso de suma importancia para su elaboración: la destilación.
El nacimiento del tequila con la destilación
¡Así es! Por mucho que el tequila sea conocido como la bebida nacional de México, no hubiera sido posible sin la influencia de los españoles. Con la Conquista llegaron muchas aportaciones que ahora forman parte de nuestra historia, y una de ellas es el alambique, acompañado de la destilación. El alambique es un artefacto, en forma de pera, que se emplea para separar líquidos mediante la ebullición, a este proceso se le conoce como destilación. A su vez, a los españoles llegó por las invasiones de los grupos árabes que comenzaron en el s. VIII.

Fue durante la época colonial que esa bebida fermentada que se obtenía del agave que se sometió a la destilación y de ahí nacieron “los mezcales”. Se le conoció así a todo destilado del agave, de hecho, hubo una época en la que al tequila se le denominó “vino de mezcal de Tequila”. Y así fue como paulatinamente se volvió popular y muy solicitado. Pero no todo fue fácil, pues también pasó por periodos difíciles que veremos a continuación.
De la prohibición al boom, un momento clave en la historia del tequila
Como otras bebidas, el tequila también tuvo sus altas y bajas. Durante la época colonial fue una bebida de locales y campesinos, pero en el Porfiriato la cuestión se empezó a complicar. Con la llegada del ferrocarril el tequila sufrió un fuerte desprestigio, esto debido a que se daba prioridad a los destilados internacionales, los cuales se podían mover fácilmente gracias al nuevo medio de transporte. Cuando llegó la Revolución Mexicana, y después de ella, el tequila cobraría fuerza y se convertiría en uno de los símbolos nacionales, como lo conocemos hoy en día.
El boom comenzó con el Cine de Oro Mexicano, en donde era fácil ver a los charros consumiendo tequila por todo. De la década de los 30 a los 50 la pantalla mexicana se llenó de escenas protagonizadas por conocidos actores, como Jorge Negrete y Pedro Infante, en las que cualquier motivo era suficiente para toma la botella e interpretar una buena canción. Además, durante ese periodo, y debido a la Segunda Guerra Mundial, el tequila arribó a los Estados Unidos, pues las importaciones de destilados europeos, como el whisky, quedaron varadas por la guerra. Para satisfacer esta demanda el sector tequilero se vio en la necesidad de elaborar cantidades inimaginables de producto, pero con ello vino la regulación que en la actualidad se conoce como Denominación de Origen.
Con la Denominación de Origen, de México para el mundo
El tequila fue el primer producto mexicano en obtener la Denominación de Origen, en 1974. Actualmente son cinco los estados que cuentan con el permiso para elaborarlo: Jalisco, en su totalidad, y algunos municipios de Nayarit, Michoacán, Guanajuato y Tamaulipas. Gracias a su historia, el tequila forma parte de los símbolos nacionales, al igual que el sombrero y el maguey; y aunque, también ayudó a formar una imagen estereotípica de los mexicanos, no se concibe la celebración de una fiesta sin una buena botella de tequila.
Ahora ya conoces la asombrosa historia del tequila, una bebida que a lo largo de los siglos fue adquiriendo la fama que tiene hoy en día; a tal grado de que la simple mención de su nombre en el extranjero se asocia con orgullo a nuestro país.
Si te ha gustado la historia del tequila, échale un vistazo a: ¿Qué es el bacanora? El sabor de la tierra sonorense en tu mesa