Este ilustre escritor y poeta oaxaqueño ha dejado una huella indeleble en la literatura y la cultura de México.
Oaxaca ha sido cuna de numerosos intelectuales y escritores que han dejado una profunda huella en la cultura y la política de este país. Uno de los nombres más destacados de esta lista es el de Andrés Henestrosa, una figura polifacética que sobresalió tanto en la literatura como en la política. Convirtiéndose con los años en un referente de las lenguas indígenas y un influyente político en su estado. En este artículo exploraremos el impacto en la cultura y la política mexicanas de Andrés Henestrosa.
Andrés Henestrosa: El nacimiento de un escritor
Andrés Morales Henestrosa nació el 30 de noviembre de 1906 en San Francisco Ixhuatán, Oaxaca. Desde temprana edad mostró un gran interés por las lenguas indígenas y la cultura de su región. Esta genuina pasión lo impulsó a viajar a la Ciudad de México para estudiar en la Universidad Nacional de México (hoy UNAM), cuando apenas tenía 16 años y sólo hablaba zapoteco. Más tarde se convertiría en un apasionado defensor de la cultura y las tradiciones oaxaqueñas, hecho que se ve reflejado en su destacada carrera literaria.
El mismo José Vasconcelos le otorgó una beca para que aprendiera español en la Escuela Normal para Maestros. Sin embargo, fue Antonio Caso, su profesor, la primera persona que vio en él su talento para la literatura, por lo que lo impulsó a escribir los mitos y leyendas de su pueblo, que más tarde se convertirían en Los hombres que dispersó la danza, publicado en 1929.
Una figura destacada en las lenguas y literatura
Las aportaciones de Andrés Henestrosa son amplias y diversas. Se destacó como poeta, cuentista y ensayista, pero su contribución más significativa fue en el ámbito de las lenguas indígenas, en particular del zapoteco. Para preservarlo y promoverlo fue pionero en fonetizar este idioma, dando como resultado la creación del alfabeto y un diccionario zapoteco-español. Sus poemas y cuentos en zapoteco y otras lenguas indígenas son considerados tesoros literarios que ayudaron a preservarlas.
Entre sus obras más conocidas se encuentra «Zapotecos del Istmo«, una colección de cuentos que retratan la vida y las costumbres de su región natal. Sus obras son elogiadas por su profundidad y sensibilidad, el mejor ejemplo de esto es Retrato de mi madre, en el cual refleja el intenso amor que sentía por su madre, de quien incluso decidió tomar su apellido como el primero.
El legado inmortal de Andrés Henestrosa
Además de su labor literaria, Andrés Henestrosa también incursionó en la política. Fue un ferviente defensor de los derechos de los indígenas y trabajó incansablemente para mejorar las condiciones de vida de las comunidades indígenas en Oaxaca. Ocupó cargos públicos importantes, como diputado federal y senador, donde continuó luchando por la justicia social y la igualdad.
Dejó este mundo el 10 de enero de 2008, a los 101 años de edad. Su amor por la lengua zapoteca, su compromiso social y su obra literaria han dejado una huella profunda en la historia de México. A través de su legado, Henestrosa sigue vivo en la memoria de aquellos que valoran la riqueza cultural y lingüística de México. Su vida y obra son un recordatorio de la importancia de preservar y promover esta diversidad en nuestro país.
Ahora que la vida Andrés Henestrosa, celebra a otro oaxaqueño ilustre con: Macedonio Alcalá. Más allá del Dios nunca muere
