Una interesante aventura por la historia del Templo de San Matías Jalatlaco en uno de los barrios más bonitos de la ciudad.
Entre las iglesias de Oaxaca, la historia del Templo de San Matías Jalatlaco tiene que ver con los cambios que ha tenido la ciudad de Oaxaca con el paso del tiempo; sus habitantes, costumbres y fronteras geográficas son tan solo algunos ejemplos de los elementos que han mantenido una dinámica constante.
En este sentido, el barrio de Jalatlaco ha sido un caso muy interesante, pues aunque ya existía desde la época prehispánica, se convirtió en un importante punto comercial durante la colonia y, como en todo sitio influyente, se construyó un templo católico: el de San Matías Apóstol.
Este conjunto arquitectónico refleja el paso del tiempo a través de los siglos. Conozcamos a profundidad esta construcción que nos cuenta su historia con tan solo observarla. ¡Empecemos!
Jalatlaco: un lugar con siglos de historia
Antes de entrar en materia, hagamos unas breves anotaciones sobre los antecedentes de este colorido barrio. Se cuenta que existía desde tiempos anteriores a la conquista española; pero fue después de este suceso cuando comenzó a crecer económicamente. Su principal actividad era la talabartería; es decir, sus habitantes eran expertos en curtir pieles para distintos usos.
Este pueblo —como se le consideraba antes de llamarlo barrio— era hogar de migrantes. ¡Así como lo estás leyendo! En Jalatlaco se instalaron grupos nahuas que venían de Tlaxcala, Cholula y otros lados, por lo que era el único sitio de la región en donde no se hablaba zapoteco, sino náhuatl. Estas comunidades llegaron junto con las tropas de la conquista y se establecieron aquí, donde encontraron un lugar perfecto para vivir.
Una capillita para cada pueblo
Como ya lo dijimos: lo que daba el reconocimiento a cada poblado importante era su iglesia; la historia del Templo de San Matías Jalatlaco no fue la excepción. Con anterioridad se había construido una ermita dedicada a Santa Catarina Mártir, pero pronto cambió su patronazgo y se le otorgó a San Matías, es por ello que el barrio lleva el nombre completo de San Matías Jalatlaco. Como otros, el templo fue construido por etapas, de tal manera que para 1713 ya tenía un aspecto parecido al que actualmente posee.
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Arquitectura que narra historias
El viaje por el tiempo comienza tan solo con situarnos frente a este bello templo, que se encuentra ubicado entre las actuales calles de Hidalgo y Aldama. Aunque la iglesia solo ocupa un lado de la manzana, sus oficinas, salones y la casa parroquial se extienden por el resto.
La fachada de la edificación principal está dividida en dos cuerpos horizontales y un remate; es extremadamente sencilla, pero eso no resta a su belleza en lo más mínimo. Algo que llama la atención es que, a diferencia de otras construcciones de la época, no cuenta con figuras de bulto o bajorrelieves en piedra que aludan a algún santo; en cambio, los elementos geométricos que se encuentran enmarcando el portón le dan un toque particular.
Tiene una sola torre del lado izquierdo en donde se ubica el campanario, pero esa es suficiente para llamar la atención, ya que actualmente se encuentra pintada de amarillo y rojo, lo que acentúa su contraste con el color natural de la piedra.
La belleza de la sencillez
Cuando entramos al templo nos damos cuenta de que la protagonista de su interior es la sencillez; se encuentra poco adornado, sin molduras ni retablos en los laterales. Solo nos recibe al fondo un bello altar de yeso pintado en blanco y dorado. Un tragaluz en forma de cruz corona el lugar y aunque es un detalle pequeño, le otorga la delicadeza digna de un escenario sagrado.
Del lado opuesto, por encima de la entrada principal, se encuentra el coro, que se alumbra gracias a una ventana en forma octagonal, la cual se puede apreciar desde afuera. Ahí, reside un gran órgano tubular del siglo XIX, que fue restaurado por el Instituto de Órganos Históricos de Oaxaca; actualmente se toca en ceremonias grandes y eventos sociales.
¡Anímate a visitarlo! Cuándo ir al Templo de San Matías Jalatlaco
Aunque el santo patrono de este templo es San Matías Apóstol, su fiesta grande se celebra en honor al Señor de Tepeaca. La festividad tiene lugar el Domingo de Pentecostés, es decir, 50 días después de la Pascua, o lo que es lo mismo, siete semanas después de que termina la Semana Santa (y al igual que ella se mueve cada año). Además, la fiesta patronal en honor a San Matías se celebra un domingo antes de que inicie la Cuaresma, por lo que ya tienes dos fechas para visitar este maravilloso lugar.
Para rematar con broche de oro, podrás conocer dos árboles que tienen más de tres siglos de antigüedad. Se encuentran en la acera sobre la calle de Aldama y fueron plantados por los monjes que llegaron a evangelizar el lugar; actualmente están catalogados como patrimonio vivo de la humanidad. Su nombre común es clavellina roja, pero también se le conoce como coquito.
Anímate a visitar este maravilloso templo y deja que su historia te envuelva. Si quieres conocer un poco más antes de aventurarte checa su página de Facebook, en donde verás que a pesar del tiempo esta iglesia conserva su belleza y sus tradiciones.
Si ya te quedaste picado con la historia de los templos, échale un vistazo a nuestra nota A prueba del tiempo, el templo de la Compañía de Jesús en Oaxaca.