Con una antigüedad de 30 millones de años, se trata de un nuevo género y especie de erizo.
Tiene 30 millones de años, es el más grande que se ha encontrado y posiblemente era más carnívoro que los otros géneros; se trata de un fósil de erizo y se descubrió en Oaxaca, en el yacimiento Santiago Yolomécatl.
Santiago Yolomécatl, que en náhuatl significa “lugar de los corazones”, es un municipio en la región mixteca, en la parte noreste del estado, y ahora es también el lugar más al sur y tropical en el que se ha encontrado un ejemplar de esta especie en todo el continente.
El fósil de erizo, el cual es un nuevo género y especie, se encuentra ahora en la Colección Científica del Laboratorio de Paleobiología de la Universidad del Mar, que tiene tres campus en Oaxaca y es parte de la Dirección de Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicos e Históricos of Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
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¿Cómo imaginarnos al fósil?
El fósil fue descrito a partir de una especie llamada holotipo en la revista Historical Biology, por un grupo de expertos paleontólogos de diversas universidades, como la de Valencia, la Nova de Lisboa, y la del Mar, mexicana, además del Museo Valenciano de Historia Natural.
El holotipo consta de una mandíbula con un un par de dientes: un premolar y un molar, y a partir de lo que los expertos han estudiado de él, saben que se trata de un erizo más carnívoro que los demás del género norteamericano, que es de mayor tamaño y que poseía una morfología primitiva, parecida a la de sus antepasados asiáticos y sin púas.
De acuerdo con diversas notas informativas, este nuevo erizo es más cercano a especies actuales como los gymnuros o ratas lunares, los cuales no tienen púas, y esta subfamilia sin púas fue la que dominó en el Pleistoceno.
El nuevo género y especie de erizo recibió el nombre científico Dzavui landeri, en honor a la deidad mixteca de la lluvia y patrón de Santiago Yolomécatl, y al paleontólogo Bruce Lander.