Por generaciones se ha pasado la receta del mezcal de avispa, dicen que una copita es suficiente para curar los efectos del enamoramiento ciego.
¿Quién no se ha enamorado? Sin temor a equivocarnos podríamos asegurar que todos lo hemos hecho ciegamente, por lo menos una vez en la vida; hasta pudiera ser que nuestros amigos y familiares sugirieran que estábamos embrujados. Y es que los caminos del corazón son de esas cosas que uno no puede controlar.
Pero el amor es canijo y a veces esta etapa que disfrutamos tanto nos puede jugar malas pasadas. Entonces ¿Qué pensarías si te dijéramos que existe un remedio contra el enamoramiento ciego? Te presentamos el mezcal de avispa, un exótico remedio para aliviar esta tormentosa situación.
¿Qué es el mezcal de avispa?
Seguramente te estarás preguntando si su peculiar nombre tiene algo que ver con estos animalitos voladores o solo se trata de una metáfora; ¡Pues agárrate! Porque, efectivamente, se le agrega una avispa a la botella de mezcal. Esto se debe a sus propiedades curativas, que veremos con detalle más adelante.
Tradicionalmente se prepara en el estado de Guerrero y forma parte de la categoría de mezcales exóticos, junto con el de alacrán.
Antiguamente se trataba de una bebida casera, de nombre “curado”, y resultaba difícil encontrarlo a la venta; hoy en día se puede conseguir con mayor facilidad, ya que hay marcas comerciales que han apostado por llevarlo hasta tu mesa.
Antes de meternos al meollo del asunto y contarte cómo actúa este mezcalito en tu cuerpo, debemos especificar la especie de avispa para que no te den gato por liebre.
La mera buena
Efectivamente, para el mezcal de avispa, no cualquiera es buena, tiene que ser una avispa solitaria (Scolia hirta). Se le llama así porque, a diferencia de otros tipos, esta no anda en conjuntos. En promedio mide desde 1.5 hasta 3 cm y medio; más o menos la mitad de tu dedo pulgar.
Su color varía entre el rojo y el negro y en ocasiones puede tener franjas amarillas a lo largo de su abdomen. Sus alas son de gran tamaño, casi del mismo largo de su cuerpo; y sus patas están llenas de espinas para tener un mejor agarre en las superficies.
Con todas estas características resulta completamente normal que te asustes cuando la veas al fondo de tu botella de mezcal. Pero, aunque suene un poco grotesco, cuentan que este animalito tiene propiedades curativas muy particulares.
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El remedio pa´ curar el mal de amores
Definimos al “mal de amores” como la primera etapa de una relación amorosa, donde el sentimiento se desborda apasionadamente y nos impide ver a la otra persona tal y como es; en su lugar vemos una construcción de nuestras expectativas, alentada por las sustancias que segrega nuestro cerebro. También se le puede llamar así al dolor provocado por una decepción amorosa, pero en este caso solo nos referiremos a su primera acepción.
Con mayor frecuencia en entornos rurales se responsabilizado al toloache como el causante del mal de amores; dicen que ingerir una tacita de infusión es suficiente para que la persona quede adormilada y aparentemente pierda su voluntad. Pero el toloache es dañino para la salud, sin tomar en cuenta las consecuencias que traería consigo el quedar subordinado a la voluntad de otra persona. Y aquí es donde nuestro protagonista, el mezcal de avispa, entra al rescate.
El mezcal de avispa te avispa
Aunque parecería tan solo un juego de palabras, muchas personas consideran que es una cosa verdadera: el mezcal de avispa te avispa. Este remedio rompe con el efecto del toloache (y para fines prácticos, también del agua de calzón); es decir que, si por un embrujo te encontrabas adormilado o falto de concentración, por el mezcal te despertarás y estarás más atento a la realidad ¡Más avispado! Previniendo así alguna mala decisión que puedas lamentar a futuro.
A ciencia cierta no se sabe por qué esta bebida habría de curar el mal de amores, pero por generaciones se ha creído que es el veneno del animalito el que rompe con el hechizo. Después de que se le agrega el insecto a la botella debe de pasar cierto tiempo para que “se cure”, ya reposado es cuando obtiene su efectividad. Así que, a grandes rasgos, esa misma sustancia que adormece e inflama nuestra piel cuando nos pica una avispa es la que cura el mal de amores, en combinación con el mezcal.
Ahora ya lo sabes, si conoces a alguien que se encuentre en una relación amorosa perjudicial podrías darle mezcal de avispa; porque este remedio, además de los beneficios que ofrece según la tradición, siempre será un buen pretexto para disfrutar una copita de delicioso mezcal.
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