Exconvento de San Juan Bautista Coixtlahuaca, pionero de la arquitectura colonial

Descubre los distintos tipos de arte que conforman este templo

Según el historiador Manuel Toussaint, el exconvento de San Juan Bautista Coixtlahuaca forma parte de la triada de “Los grandes de la Mixteca”, es decir, edificaciones coloniales de tamaño monumental que sirvieron de escenario para la evangelización de los indios; las otras dos son San Pedro y San Pablo Teposcolula y Santo Domingo Yanhuitlán.

La construcción de San Juan Bautista se inserta en un periodo de transición. Así es, su primera etapa se llevó a cabo a mediados del s. XVI, mientras se definía lo que ahora conocemos como arquitectura colonial. Si ya te dio curiosidad conocer la historia de este coloso, sigue leyendo para que descubramos juntos todo lo que se encuentra detrás de este bellísimo templo.

Historia del templo de San Juan Bautista: arquitectura colonial y arte tequitqui

Ya hemos hablado de la historia de la evangelización en la región Mixteca y cómo los frailes dominicos se encargaron de cristianizar a los naturales, así que vayámonos directo a la construcción del conjunto conventual. Este se comenzó a edificar en 1546 y para 1575, ya se habían levantado los espacios principales, siendo el templo el de mayor importancia. A los laterales se añadirían el convento y la capilla abierta.

El inicio de esta construcción se sitúa en un periodo transitorio, entre el arte prehispánico y el arte colonial, aunque por definición su levantamiento ya se encuentra dentro de la época novohispana. La participación de mano de obra indígena a lo largo de toda la edificación ha quedado plasmada para la posteridad y aquí es donde entra otra categoría que estamos por conocer.

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El esplendor del arte tequitqui

En la fachada del templo de Coixtlahuaca podemos apreciar con facilidad la conformación del arte tequitqui. Este estilo surgió de la unión de dos cosmovisiones, es decir, dos formas distintas de concebir todo cuanto existe: la prehispánica y la europea. 

Los frailes traían ideas completamente diferentes sobre la conformación del universo y la fuerza que lo regía. Para ellos existía un solo Dios creador, uno y trino, mientras que los habitantes del México prehispánico creían que distintas deidades eran las encargadas de controlar los múltiples aspectos de la vida. 

¿Qué es el arte tequitqui?

Es por ello que el arte tequitqui se muestra como un intento inconsciente por aferrarse a aquellas ideas que paulatinamente estaban siendo suplantadas. También lo podemos observar en la fachada del templo de San Juan Bautista, ya que cada uno de los adornos, como flores, estrellas, pero sobre todo representaciones humanas, nos trasladan a aquella época de transición ideológica que quedó plasmada en la arquitectura religiosa.

Una construcción consolidada por etapas

Como todas las edificaciones novohispanas, San Juan Bautista se fue construyendo por etapas, de tal manera que es posible observar las diferencias en el arte que lo conforma. Los retablos que adornan el interior del templo son dignos representantes del barroco. El principal, que se encuentra detrás del presbiterio, data del s. XVIII y nos ofrece una maravillosa composición de pinturas y figuras de bulto que se encuentran enmarcadas en ese resplandor dorado.

Por si fuera poco, este retablo abarca de piso a techo e incluso la bóveda que corona el ábside del templo se encuentra decorada con el mismo color oro que resalta sus nervaduras, dándonos así una idea completa del poder que llegó a tener la iglesia durante el virreinato de la Nueva España.

Testigo del tiempo… y de los sismos

Desde el inicio de su construcción, el exconvento de Coixtlahuaca fue testigo de los sismos que frecuentemente afectan a la región Mixteca, aunque con menos continuidad que a la Costa. Esto lo podemos observar en todos los puntos dentro de la construcción que se encuentran resquebrajados o totalmente colapsados, como la torre-campanario, la segunda planta del convento y las cúpulas de la capilla abierta y la sacristía adyacente.

El conjunto conventual pasó por una serie de restauraciones para poder mantenerse en pie. De algunas se tiene registro, dada su reciente manufactura en el siglo pasado. De otras solo fue posible su conocimiento gracias a los estudios de sistemas constructivos que evidenciaban una intervención posterior a su fundación en el s. XVI. La parte que mayor mantenimiento ha recibido es la torre que alberga al campanario; de tal manera que, si no fuera por toda la dedicación que se le ha puesto en distintas ocasiones, se hubiera venido abajo hace muchos años.

El exconvento de San Juan Bautista Coixtlahuaca alberga distintos tesoros, tanto por dentro como por fuera. Es solo cuestión de animarse a visitarlo para descubrir con nuestros propios ojos este edificio que con orgullo se encuentra dentro de los pioneros de la arquitectura colonial.

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