¿Recuerdas cuándo fue la última vez que bebiste un mezcalito y cuánto pagaste por el shot? En caso de que hayas ido por una botella para beberla en un lugar íntimo, ¿en cuánto la compraste? En este artículo quiero hablarte precisamente de ello, del costo del mezcal (aunque bien sabes que la degustación de un buen mezcal siempre vale lo que cueste)…
De cómo el mezcal se volvió más famoso y más costoso
La fama del mezcal, que no su buena calidad, es relativamente reciente. Hasta hace unos años, esta bebida no aparecía en las cartas de los bares o de los restaurantes; más bien, lo hacía de manera ocasional. El mezcal era consumido en ciertos lugares o entre familias en cuya tradición culinaria se encontraba presente desde generaciones atrás.
El incremento del consumo de esta bebida espirituosa, y del tequila, produjo que el precio del agave se elevara cinco veces, de 2015 a 2020; aunque, también es cierto que, debido a la pandemia, la venta se redujo de forma importante en 2021. Pero, ¿por qué te cuento esto? Porque la demanda también influye en el costo del mezcal. Ahora, tengo que decirte que otro de los factores que influirá en su precio será el lugar y la presentación en la que lo compres.
¿De a cómo su mezcal?
El costo es variable; en general, las botellas se comercializan en presentaciones de 750 ml. No obstante, también lo puedes comprar a granel, directamente con los maestros mezcaleros.
Si lo adquieres así, de a litro, es probable que lo encuentres en 125 pesos; pero si lo compras comercializado, su precio puede elevarse hasta cuatro veces. Si deseas comprobarlo, basta que eches un ojo a la red, en donde verás que las botellas de mezcal más económicas cuestan, en promedio, 500 pesos. Ahora, si te quieres poner más exquisito, podrás encontrar botellas cuyo diseño disparará su precio hasta los 900 mil pesos (para que conozcas los detalles échale un vistazo al artículo de Raúl, “Los mezcales más caros”).
Los otros costos del mezcal
La elevada demanda de esta preciada bebida también ha traído consecuencias preocupantes para el medio ambiente, pues su producción ha impactado en las plantaciones de agave, lo que ha provocado el agotamiento del suelo y problemas con el suministro del agua; además, algunas variedades de agave se encuentran en peligro de extinción.
El mezcal tiene un gran futuro por delante y su sabor, tradición y cultura lo posicionan como la bebida emblemática de Oaxaca; sin embargo, como todas las cosas buenas, se debe mantener un cuidado importante en su producción para preservarla por mucho tiempo. Por ahora, la industria del mezcal tiene retos y situaciones para reflexionar. Quizás, lo que más te convenga a ti y a mí sea echarnos un mezcal -con responsabilidad-, pues ya sabes lo que se dice por ahí “un vasito de mezcal no cambiará al mundo, pero es un gran comienzo”.
Antes de irte, échale ojo a: Colectivos mezcaleros en Oaxaca