Hablando del mundo -amplio aunque un poco difuso- que comprenden las artes plásticas, ¿de dónde surge un artista?, ¿cuál es el camino que tienen que seguir para considerarse como tal? Hoy tenemos la oportunidad de conocer el camino que siguió Andrea Bel.Arruti para alcanzar la hechura y las ideas detrás de sus obras.
Algunos artistas cursan la carrera en las diferentes escuelas de arte estatales, nacionales o internacionales, y salen con un documento que los acredita como licenciados o algo equivalente. Afortunadamente, no es el único camino, hay quienes se forman de otra manera: cursos, seminarios, diplomados, formación técnica, formal e informal, de manera autodidacta o una combinación de todas las anteriores. No hay una opción mejor que la otra; todas son válidas. Lo importante es el trabajo y el compromiso que uno asume con su propio quehacer.
De los artistas que se forman “por fuera” de la academia, están los que relacionan sus capacidades profesionales con su necesidad de crear arte, buscan la manera de tender puentes entre su oficio y su obra.
En medio de todo: la ruta de Andrea Bel. Arruti
El camino de Andrea Bel. Arruti ha sido caleidoscópico; tiene formación en arquitectura, bellas artes, traducción, edición, arte conceptual y grabado. Formó parte de la segunda generación de las Clínicas de Especialización en Arte Contemporáneo (CEACO) de La Curtiduría.
Con talento para escribir, comenzó en la traducción y corrección de estilo, ahí se hizo de un oficio en la industria editorial.
La literatura fue la puerta de entrada para acercarse al arte, gracias a movimientos artísticos de las décadas de 1960 y 1970, como Fluxus y el arte conceptual; estos hacían un uso no convencional del lenguaje y la palabra escrita. Desde ese lugar, ha combinado su trabajo como editora con su quehacer artístico.
Ella concibe su obra como literatura experimental o literatura expandida, un término que para ella es “un nada que ver y un todo que ver”; define ese punto intermedio entre dos lugares y entre ninguno a la vez; es un espacio donde todo es posible.
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Arte, oficio y viceversa
Gran parte de su producción y sus temas tienen que ver con el formato de libro, la lectura y el lenguaje; son juegos de palabras y piezas sonoras, principalmente. De cierta manera, su obra se nutre de su profesión como una forma de investigación.
Ya que las dinámicas de creación de cada artista muchas veces están determinadas por la necesidad de sus vidas, por las cosas del día a día, sus proyectos toman bastante tiempo en ser completados. Ella destaca tres proyectos como los que definen su obra, temas y medios.
Libro 4 tiempos, de poesía experimental; Proyecto Nación, una carpeta gráfica sobre los conflictos sociales de México y Colombia, producto de una residencia en Bogotá (2018); y Resonance extra, un programa de radio que primero se transmitió en Londres y después fue retransmitido por Radio Ibero; se trata de una pieza de una hora que aborda la desacralización de la literatura hacia una dirección más lúdica.
Estos trabajos han sido la piedra angular que ha definido sus temas principales y los medios a utilizar como artista.
En este momento tiene varios proyectos en marcha: un libro de poesía, algo más experimental en el que emplea texto con fotografía, y otro que utiliza correspondencia como dispositivo creativo. Todos siguen esta línea de lo literario fuera de la literatura.
Andrea Bel. Arruti es uno de los muchos casos en los que un artista puede estar en cualquier parte. Editora y traductora, su deseo de crear la hizo emprender caminos que se terminaron uniendo en una obra que utiliza el lenguaje como soporte; a partir de allí expande las nociones de la palabra escrita y de los signos que nos rodean. La obra de Andrea es un buen ejemplo de que muchos de los mejores artistas de todos los tiempos no se formaron en una academia.
Para más información sobre la artista, visita su instagram:
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