Algo que llama la atención a los caminantes que recorren las calles oaxaqueñas son los colores de las artesanías que se ofrecen. Entre ellas sobresalen las vistosas alfombras y tapetes que cuelgan de las paredes de algunos locales y llegan a cubrir por completo los muros de los establecimientos. Lo que más asombra es la diversidad de sus diseños, unos tradicionales, otros más contemporáneos. Los benih xigie, gente de Teotitlán, traman maravillas con sus hilos. Los invitamos a conocer su tierra y las maravillas que elaboran en Teotitlán del Valle.
Teotitlán del Valle, la tierra de dioses
Teotitlán del Valle es un pueblo zapoteco ubicado en el Valle de Oaxaca.
El nombre que posee actualmente proviene de náhuatl y significa “tierra de dioses” o “junto a la casa de Dios”
(teo-dios, cal-casa, ti tlan-junto a), mientras que su nombre en zapoteco, xa gie, quiere decir “bajo o debajo de la piedra”. El nombre en dixza, zapoteco de Teotitlán, se debe a que el pueblo fue fundado donde se encontraba una piedra prehispánica sobre la que había una deidad zapoteca.
Desde el camino que se recorre para entrar al pueblo, pueden verse y visitarse los talleres familiares de artesanos. Tejer en Teotitlán es una tradición de antaño y también una de sus principales actividades económicas.
¿Cuándo empezó la actividad de telar en Teotitlán del Valle?
Aunque el tejido en telares de pedal -con los que se elaboran los tapetes- empezó en la época colonial, a veces los diseños datan de tiempo atrás; es decir, hay una reasimilación de la tradición antigua, de la época prehispánica; por ejemplo, el diseño escalonado en los tapetes, xicalcoliuhqui, es común en el arte mesoamericano y es retomado en los tapetes teotitecos.
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¿Cómo es el proceso de elaboración?
Los famosos tapetes de Teotitlán están hechos de lana. El proceso de elaboración es más o menos largo. Algunas familias crían a las ovejas de las que obtienen la lana, otras la compran a comerciantes de la Sierra Norte. La lana se lava y se peina para que pueda hilarse; luego, las madejas son teñidas en agua hirviendo con tintes naturales (procedentes, por ejemplo, de la grana cochinilla, del añil o el caracol), y el color se fija con ácido o con jugo de limón. Finalmente, los artesanos proceden a tejer los tapetes en los enormes y también fabulosos telares de pedal.
Entonces, ¿hay que visitar Teotitlán?
¡Sí!, por supuesto. Teotitlán está a 30 minutos de la ciudad de Oaxaca y forma parte del Distrito de Tlacolula. Cuando vayas a Mitla, puedes organizar una parada entre el camino al Tule y las ruinas, así podrás visitar varios de los talleres de los artesanos zapotecos y admirar los diseños que hace cada familia. De paso, puedes aprovechar y también visitar las bellezas de esta comunidad como su zona arqueológica o la iglesia dedicada a la Virgen de la Natividad, que tiene una fachada en la que puede apreciarse el sincretismo cultural, pues en ella fueron incrustadas piedras que exhiben íconos prehispánicos.
Además, dependiendo de la época en la que vayas, tal vez puedas mirar la tradicional «danza de la pluma».
Y entonces, ¿para cuándo planeas agendar tu visita a Teotitlán?
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Fotografías: Karen Delgado
Ubicación: Taller de Artesanías «Dulizún»
Para saber más:
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