En México contamos con un catálogo interminable de canciones típicas oaxaqueñas. Algunas son más conocidas que otras. Y aunque la lista es larguísima, pocas veces encontramos una controversia tan grande como la que existe detrás de La Sandunga. ¿O, debería de decir, Zandunga?
Ahí está la primera disputa: dependiendo de la etimología que se le quiera atribuir, comenzará con “S” o con “Z”. Pero esa no es la única; también se tiene duda de la fecha en que se originó y, por sorprendente que parezca, del lugar. El día de hoy tendrás que afinar tu ojo de detective, porque esta bellísima canción está llena de enigmas.
El himno Istmeño: Sandunga
Por más de un siglo se ha afirmado que esta canción es originaria del Istmo de Tehuantepec, una de las ocho regiones de nuestra querida Oaxaca. Resultaría casi impensable no asociar esta composición con el majestuoso traje de gala de las tehuanas.
Sería muy arriesgado decir que La Sandunga no nació en Tehuantepec; y para los mismos tehuanos resultaría una blasfemia. Sin embargo, existen investigaciones que afirman que la canción, que se ha convertido en un himno para esa región, no nació ahí o, por lo menos, no del todo.
Se ha asociado el ritmo con un sonido originario de la región de Andalucía, España, específicamente con el fandango. Fueron los frailes dominicos -que se encargaron de evangelizar la región- los responsables de llevar esos ritmos a tierras oaxaqueñas.
El fandango suele interpretarse más rápido que La Sandunga, que se representa con una delicadeza que asemeja un ritmo de vals. De cualquier manera, te dejamos un ejemplo de fandango aquí, para que encuentres la similitud con tus propios oídos.
¿Quién compuso La Sandunga?
Si escribimos esta pregunta en Google saldrá siempre el mismo nombre: Máximo Ramón Ortiz, un político y compositor originario de Tehuantepec. Cuentan que este legendario compositor llegó a su casa justo cuando su madre acababa de morir, y lleno de dolor exclamó: “¡Ay, mamá! ¡Ay, por Dios!” De aquella terrible situación, surgieron los versos que inspiraron el coro de esta famosa canción:
¡Ay, Sandunga!
Sandunga mamá por Dios
¡Sandunga no seas ingrata!
Mamá de mi corazón.
Pero, por otro lado, el periodista oaxaqueño Fernando Ramírez de Aguilar, o Jacobo Dalevuelta, atribuye la creación de esta icónica canción a Andrés Gutiérrez, un autor casi desconocido, a quien se le otorga de manera oficial la música de la canción.
¿Se escribe Sandunga o Zandunga?
Resulta doblemente sorprendente que, incluso cuando se presume su letra de origen istmeño, la palabra “Sandunga” nos traslade, una vez más, a la región andaluza.
Este término ya existía desde antes de que se inventara la canción, y se utilizaba para describir la gracia y sensualidad de las mujeres gitanas. Aquí te va el dato: “Sandunga” es la evolución de “Sardunga”, una palabra que nace de la unión de dos términos africanos, sar (sal) y ndunga (pimienta). La sal y la pimienta son indispensables para darle sabor a la comida, es por ello que se denominó “Sandunga” a ese saborcito que caracterizaba a las mujeres andaluzas y que, de igual manera, distingue a las bellas istmeñas. Ahora bien, “Sandunga” con “S” también podría provernir de la combinación de las palabras saa (música) y ndú (profundo), es decir, “música profunda”.
La palabra escrita con “Z” aún es de dudosa procedencia. Y, aunque se cree que pueda deberse a una adaptación del idioma zapoteco, no se cuenta con bases suficientes para asignarle un significado.
Entonces, ¿cuál es el origen de la canción?
Como te habrás dado cuenta, no podemos saber con certeza el origen de tan hermosa canción, pero eso no le quita en lo más mínimo su valor cultural. Al contrario, se ha convertido en la más icónica de la región del Istmo, a tal grado que, al momento de escucharla, la asociamos con el estado de Oaxaca y su folclore.
Para finalizar, te dejamos un par de versiones para que elijas la que más vaya contigo. Las hemos escogido muy distintas unas de otras, para probar -con hechos más que con palabras- que La Sandunga tiene una riqueza en sí misma y que el desconocimiento de su origen la convierte en un misterio que hemos de tener presente cada vez que nuestros oídos se deleiten al escucharla.
Natalia Lafourcade y Lo Blondo (Con la dirección de Alondra de la Parra)
Lila Down (En vivo)
Marimba Perla de Soconusco (Versión instrumental)
Susana Harp (Acompañada por banda de alientos)
Antes de irte a escuchar estas bellísima pieza, échale un vistazo a: ¿Sabes quién fue la llorona?
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