Un viaje por la historia: traza y urbanismo de la Ciudad de Oaxaca

Demos un viaje por la historia y adentrémonos en los inicios del urbanismo en Oaxaca.

La Ciudad de Oaxaca es conocida por sus bellos edificios que guardan historias. Por ejemplo, esta joya del urbanismo no se podría concebir sin el Templo de Santo Domingo, la Catedral o el Ayuntamiento que forman parte esencial del Centro Histórico. Pero todas estas joyas arquitectónicas fueron posibles gracias a la traza durante el nacimiento de la ciudad. Demos un viaje por la historia y adentrémonos en los inicios del urbanismo en Oaxaca.

 

Fundación de la Villa de Antequera, el inicio de la Ciudad de Oaxaca

Hasta antes de la Conquista Española, el territorio que hoy conocemos como Oaxaca estaba dividido en Señoríos y Reinos indígenas; por ello, antes de comenzar este recorrido, dejemos de lado las delimitaciones políticas como hoy las conocemos. Los Señoríos contaban con grandes espacios entre pueblos y asentamientos, por ello la historia del urbanismo de Oaxaca comienza posterior a la llegada de los españoles.

José Ma. Velasco «Valle de Oaxaca / Imagen FB @JoseMariaVelascoArt»

En el mismo año de la caída de Tenochtitlán, 1521, comenzaron las expediciones al territorio oaxaqueño, con el fin de conocer lo que existía de aquel lado de la Nueva España. Así, y con la ayuda de pueblos indígenas aliados, se fundó la Villa de Antequera, ubicada en el Valle de Tlacolula, muy cercana a uno de los más importantes centros ceremoniales indígenas: Monte Alban.

 

El Marquesado del Valle y su proyección urbana

Para ese entonces, la Villa de Antequera formaba parte del Marquesado del Valle de Oaxaca, una serie de territorios que había ganado Hernán Cortés por la derrota de México-Tenochtitlán. Gracias a ello la proyección urbana corrió a cargo de Alonso García Bravo, un soldado español que había realizado también las trazas de Veracruz y Ciudad de México; por ello es común encontrar cierta similitud entre estas tres ciudades hermanas.

En el caso de Oaxaca, los asentamientos tomaron una distribución peculiar; pues en el centro se instalaron las familias de españoles y a sus alrededores, en pueblos y barrios, la población indígena. Con el paso del tiempo esos asentamientos, en algún momento periféricos, se convirtieron en municipios, y cada uno resguarda sus tradiciones y costumbres.

 

Los verdaderos terratenientes de Oaxaca: las Órdenes Mendicantes

Otro punto clave en el urbanismo inicial de Oaxaca fue la presencia de las Órdenes Religiosas, que llegaron con el fin evangelizar a los pueblos indígenas. Algunas de las primeras fueron los Dominicos, los Franciscanos, los Jesuitas y la Orden de San Agustín.; por ello, sus templos son puntos clave en la distribución de la ciudad. Las Órdenes poseían la mayor parte de los terrenos y un buen ejemplo es el Ex Convento de Santo Domingo, que tan solo actualmente comprende el Templo, el Centro Cultural y el Jardín Etnobotánico.

Imagen de la Catedral de Oaxaca
José Ma. Velasco «Catedral de Oaxaca» / Imagen FB @JoseMariaVelascoArt

El ideal de ciudad española, el culmen en el urbanismo de Oaxaca

Una característica de los antiguos Señoríos indígenas era que se encontraban localizados en las colinas, tal y como en el caso de Monte Albán. Pero por influencia de los misioneros se les incitó a bajar a los valles, ya que resultaban más fácil acceder a ellos. Al surgir la necesidad de construir todo desde cero, los urbanistas encontraron la oportunidad perfecta para proyectar la ciudad ideal.

Esta consistía en mantener los poderes unidos, Iglesia y Estado, alrededor de una Plaza Principal; que actuaba también como centro social de la ciudad. Además, la traza de las calles debía de ser regular, en forma de cuadrícula, a diferencia de las ciudades medievales que se asentaron alrededor del castillo del Señor Feudal. Por ello, todo partía de la plaza, especialmente algunas calzadas que conducían a los lugares más importantes.

Panorámica de la ciudad de Oaxaca.
Panorámica de Oaxaca / Foto Flickr

Antes de que terminara el s. XVI la ciudad de Oaxaca ya tenía una forma funcional; su traza y urbanismo se consolidaron desde ese momento en su historia, y con el paso de los siglos fue convirtiéndose en lo que conocemos ahora: unas de las ciudades más bellas del mundo. Ahora que ya conoces este episodio en el tiempo ¡Te invitamos a disfrutarla! Quizá, esta vez, poniendo especial atención en los relatos que cuentan sus calles y edificaciones.

 

Ahora que ya conoces sobre el urbanismo de Oaxaca, quizá te pueda interesar: Oaxaca y su territorio a través del tiempo

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