Dentro de este universo el papel de las mujeres ha sido especialmente relevante y en la mayoría de los casos invisibilizado
El mezcal es ese delicioso elixir que nos regala el corazón del agave. Para que sea una realidad se requiere la conjugación de esfuerzos, es decir, manos que se unan para hacer llegar una buena botella hasta nuestra mesa. Pero a la fecha predomina la idea de que hacer mezcal es «cosa de hombres», relegando o invisibilizando el papel que tienen las mujeres en su producción. Por eso hoy hacemos un homenaje a ellas, porque con su esfuerzo hacen posible que siga la tradición del mezcal.
El papel de las mujeres en el mundo del mezcal
Para conseguir el mezcal se debe pasar por un largo proceso; que a grandes rasgos consta de la cosecha, jimación y cocción del agave, para después pasar a la fermentación, múltiples destilaciones y pruebas de calidad. Durante mucho tiempo se ha atribuido la elaboración del mezcal a manos masculinas, con figuras como la del «maestro mezcalero». Pero dentro de este universo el papel de las mujeres ha sido especialmente relevante y en la mayoría de los casos invisibilizado. En esta ocasión, destacamos el papel de las mujeres a través de tres historias de quienes se ganan el día a día con su trabajo en el mundo del mezcal.
Sósima Olivera: Hacer mezcal significa entrar en un mundo de varones
Sósima Olivera es maestra mezcalera de FaneKantsini Mezcal. Con ella, y muchas mujeres más, se rompe la creencia de que solo los hombres pueden ser maestros mezcaleros. Pero a lo largo de su carrera se ha encontrado con diversas dificultades por el hecho de ser mujer. «Hacer el mezcal no es fácil, significa entrar en un mundo de varones. Se nos tacha de marimachas porque hay que cargar y es un trabajo muy pesado», afirma Sósima.
Y es que desde tiempos inmemorables la elaboración del mezcal se ha atribuido al mundo masculino, en parte debido a los grandes esfuerzos que se deben realizar, como jimar, cargar las piñas del agave y hacer actividades que implican gran peso. Pero para Sósima Olivera ese no ha sido un impedimento, sino que, por el contrario, lo hace con gusto; y los comentarios de desaprobación han alimentado su ímpetu para seguir trabajando en lo que ama.
Berta Vásquez: Lo hago por amor a mis hijos y a mi trabajo
Berta Vásquez es maestra mezcalera de Mestiza Del Mezcal. Desde muy joven quedó viuda con cinco hijos, por ello tuvo la necesidad de tomar el mando en la destilaría familiar. Y es que su caso se asemeja al de tantas otras mujeres a quienes el destino ha llevado a desarrollarse en este mundo. «Nadie sabe lo que nos va a deparar el destino, yo me quedé sola desde que ellos estaban chicos y por eso me vi en la necesidad de trabajar. Me gusta mi trabajo porque me ha ayudado y lo hago por amor a mis hijos, para poderles dar comida y estudio«, comenta Doña Berta.
La elaboración del mezcal, tan solo en el estado de Oaxaca, mantiene la economía de más de 25 mil familias. Por ello el papel de la mujer se encuentra directamente relacionado, ya que en la mayoría de los casos actúa como administradora de los ingresos y en otros, como Berta, como la proveedora principal. Actualmente trabaja de la mano de su nuera, quien ha enviudado también, y se encuentra orgullosa de que juntas han logrado sacar adelante la marca de la familia.
Jessica Hernández: Las mujeres han estado siempre en el mundo del mezcal
Finalizamos nuestra entrega con la historia de Jessica Fernández, maestra mezcalera de Espina Dorada. Perteneciente a una familia de mezcaleras, Jessica ha sido una de las muchas mujeres que se han atrevido a romper paradigmas, empezando por el reconocimiento de la labor femenina en la producción del destilado. Por ello nos comparte que «La mujer siempre ha estado en el mundo del mezcal. Si un día el marido se ve en la necesidad de salir, la mujer es la que cuida el palenque. Incluso por intuición ella siempre sabe qué hacer».
El camino no ha sido fácil, pero, gracias a su experiencia, hoy Jessica anima a otra mujeres a romper con las ideas que limitan su trabajo dentro del mundo del mezcal y que han perdurado por décadas. También invita a reconocer su presencia fundamental para la creación del destilado; desde las amas de casa, que se hacen cargo a tiempo completo de la familia, hasta las maestras mezcaleras que se encuentran en primera linea sosteniendo esta tradición. En palabras de Jessica «No hay nadie detrás de las mujeres para que puedan salir adelante más que ellas mismas».
Estas fueron tan solo tres de las miles de historias de mujeres que se relacionan con la producción del mezcal. Con esta entrega reconocemos su trabajo y celebramos la fuerza, valentía y amor de todas aquellas que no permiten que los obstáculos impidan satisfacer sus necesidades y cumplir sus sueños.