Comenzamos este increíble recorrido por el más importante recinto religioso de Oaxaca. Sede del Obispo de Antequera y destino de miles de feligreses, viajeros y turistas.
¡Lo sabemos! Ya nos habíamos tardado un poco en dedicar una entrega a la más importante de las edificaciones religiosas de esta hermosa ciudad; como lo has leído en el título, hoy nos enfocaremos en la Catedral de Oaxaca, una joya en el centro de la Ciudad. Como es de suponerse, no es posible abarcar todos sus elementos en un solo artículo, pero nos centraremos en algunos puntos principales con la promesa de próximos títulos que ahonden en esta increíble construcción. Sin más… ¡Comenzamos!
Los orígenes de la Catedral de Oaxaca
Parecería que es muy fácil saber en qué momento se comenzó a construir este emblemático edifico, pero aquí nos topamos con la primera incógnita, ya que algunas fuentes establecen su origen en el s. XVII y otras en el XVIII. Pero la versión que nos parece más razonable es la que relata que en el mismo lugar que se encuentra actualmente la Catedral se construyó un templo provisional, mismo que se concluyó hacia 1550, es decir, a mediados del s. XVI. Aunque esa edificación no haya sido como la conocemos hoy en día se puede contar como la primera etapa de este recinto, ya que a partir de ahí se le fueron agregando elementos hasta llegar a su forma final.
También cabe resaltar que el Templo de San Juan de Dios, que actualmente comparte manzana con el Mercado 20 de Noviembre, fungió como la primera sede del obispo de Antequera y se mantuvo ahí cerca de 15 años, hasta que la catedral provisional estuvo lista.
Estructura a prueba de sismos
Si nos paramos de frente a la Catedral podremos notar que la primera sensación que nos da es la de ser increíblemente fuerte. Al contrario de lo que podría pasar con algunos estilos arquitectónicos más estilizados como el gótico esta construcción nos muestra una estructura sólida y robusta. Esto no es en vano, y se hizo con toda la intención, debido a los sismos que frecuentemente aquejan a la Ciudad. Incluso, tan solo con mirar su fachada, nos da la ilusión de que el edificio tiene menos altura de la real; algo similar a lo que pasa con la Basílica de la Soledad.
Una vez dentro del recinto encontramos en su planta una distribución que a menudo se repitió en la catedrales de la Nueva España. Se trata de una composición de tres naves y capillas en ambos laterales. La nave central es la que da lugar al altar principal y al coro, las laterales son las que permiten a los visitantes desplazarse; y a ellas siguen las capillas dedicadas a distintas devociones a Jesucristo, advocaciones de la Virgen María y santos a los que la gente suele acudir para hacer oración.
La cara principal de la obra de arte en la Catedral de Oaxaca
Desde el inicio, ser la construcción más importante de la Villa de Antequera se tradujo en una gran afluencia por parte de los feligreses. A ello facilitó su localización en medio de la plaza, que le permitió contar con acceso por tres de sus cuatro caras; aunque en esta ocasión centraremos nuestra atención en la fachada principal.
Está compuesta por tres cuerpos y un remate (horizontal) y cinco vías y dos torres de campanario (vertical). En los cuerpos se pueden observar distintas figuras religiosas que cobran especial significado en relación con la Diócesis de Antequera. Por ejemplo, la Asunción de María, suceso al que está dedicado esta Catedral, que se encuentra en el segundo cuerpo, justo por encima de la entrada principal. Otras figuras que podemos hallar en esta fachada son las de los apóstoles Pedro y Pablo, pilares del cristianismo, la de San Marcial, patrón de Antequera, y la de San Jerónimo, estudioso de la Sagrada Escritura.
Música para alabar a Dios: la Catedral de Oaxaca y su órgano
Un elemento que no podíamos omitir en esta entrega es el coro. Pues, si bien su esplendor sucedió durante el s. XVIII, actualmente constituye una hermosa postal que forma parte esencial de la Catedral. Cuenta con un órgano tubular que se encuentra elevado y exactamente al centro de este espacio. Este instrumento data de 1712 y, según el Instituto de Órganos Históricos de Oaxaca, fue construido por el maestro Matías Chávez y reconstruido por el Fomento Social Banamex en 1997.
Además del órgano, el coro cuenta con butacas de madera que, como es costumbre en este tipo de construcciones, se encuentran empotradas en los laterales; donde los clérigos solían sentarse para rezar los oficios que marca la liturgia de la horas. Actualmente este espacio junto con su órgano se emplea para dar conciertos en fechas especiales, como en Navidad o en los jubileos de la erección del recinto.
La joya que culmina la obra de arte
No podíamos terminar esta entrega sin siquiera mencionar la obra central de esta maravilla arquitectónica: el altar principal. Al igual que en la fachada en él podemos encontrar una figura, en este caso de bulto y de bronce, que alude a la Asunción de la Virgen María; esta se ubica coronando el presbiterio justo detrás de la silla sacerdotal. Para darle un mayor realismo, a los pies de la Virgen se encuentran algunos ángeles, mismos que ayudaron a llevarla al cielo en cuerpo y alma. Y para culminar esta escena, frente a este conjunto, se encuentra un Cristo Crucificado, el cual fundamenta la Asunción y cualquier otro suceso dentro de la religión católica.
Como te habrás dado cuenta la Catedral de Oaxaca es inagotable. Esta ha sido una breve introducción con toda la intención de despertar tu curiosidad. En tu próxima visita a la Ciudad no dudes en visitarla o volverlo hacer con detenimiento para apreciar a detalle esta obra de arte que se ha quedado congelada en el tiempo.
Antes de que corras a conocer la Catedral de Oaxaca, échale un vistazo a: La belleza de la sencillez, historia del Templo de San Matías Jalatlaco