Los cronistas novohispanos miraban con sorpresa a los indígenas que habitaban las tierras americanas debido a sus costumbres, las cuales no dudaron en dejar por escrito en sus textos.
Cuando los conquistadores y evangelizadores llegaron a estas tierras se encontraron con pueblos que tenían características diferentes a las suyas. Dada la sorpresa que éstas les causaban, no dudaron en escribir, a veces con un tono exagerado, en torno a las costumbres que presentaban los indígenas. Por ello, te presentamos cuatro características con la que los europeos describían a los indios en las crónicas.
Indios “beodos”
Entre las historias y crónicas de los conquistadores, es común encontrar alusiones al gusto que tenían los indios por las bebidas embriagantes. Por ejemplo, Fray Toribio de Benavente, mejor conocido como Motolinia, señalaba que si bien los indios no bebían vino era común verlos embriagarse. Según apuntan, los indios solían “embeodarse” con otras bebidas y terminaban comportándose como animales violentos. Ya fuese en fiestas religiosas o en los festejos comunes, los indios llamaban la atención debido a la gran cantidad de licor que consumían.
Indios antropófagos
Asimismo, las crónicas novohispanas muestran a los indios del Nuevo Mundo como caníbales. Aquellos personajes que se dedicaron a escribir sobre sus experiencias en la Nueva España apuntan con sorpresa y lamento que los indios, principalmente los dirigentes y los mercaderes, solían comer la carne de los humanos que habían sido sacrificados en público. Este fenómeno, apuntan los cronistas, estaba íntimamente ligado a la violencia que ya se podía observar en los sacrificios humanos.
Indios supersticiosos y hechiceros
En las crónicas e historias de los evangelizadores, frecuentemente se habla sobre lo supersticiosos que eran los indios. Los religiosos señalan que los indígenas solían creer en agüeros y señales. Por ejemplo, si un búho ululaba, creían que alguien moriría o, si una mujer tenía dos hijos en un mismo embarazo, el padre o la madre fallecería prontamente. De igual manera, según los cronistas, los indios tenían libros sobre el significado de los sueños; además, solían decir que algunos observaban en vasijas con agua si alguien estaba hechizado.
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Los indios deseosos de ser evangelizados
Sin embargo, no todas las alusiones a los indios son negativas. Si bien es común escuchar que los indios se rehusaron a convertirse a la religión católica, en algunas de las crónicas es común encontrar una versión totalmente opuesta de los hechos. Algunos de los primeros evangelizadores señalan que frecuentemente los indios llevaban a sus hijos en brazos a las iglesias para que fueran bautizados, especialmente en la zona de Tlaxcala donde, a decir de los frailes, podían llegar hasta 200 o 300 indios en un fin de semana.
Indios en las crónicas novohispanas
¡Beodos, antropófagos y supersticiosos, pero deseosos de ser evangelizados! Así fue como los cronistas representaron a los indios de las nuevas tierras. Por supuesto sabemos que esta visión es un tanto exagerada; las palabras de los cronistas y conquistadores europeos nos hablan más sobre su perspectiva que sobre las verdaderas características de los indios. No obstante, es interesante observar cómo los españoles veían a los indígenas y su asombro frente a una sociedad desconocida. ¿Tú qué hubieras pensado?
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