Al pisar por primera vez Oaxaca, algo que atrapa nuestra mirada es la majestuosidad de su arquitectura y el peculiar color verde de la cantera que abunda entre los edificios coloniales. Primeramente, vemos la avasallante estructura de la catedral y, si seguimos por el andador turístico Macedonio Alcalá, encontramos edificios de origen clerical acompañados con otros muchos seculares: todos, apabullantes, como la Biblioteca Francisco de Burgoa o el mismísimo Templo de Santo Domingo. Pero, ¿quiénes mandaron a construir edificios tan impresionantes?, ¿de dónde vinieron los primeros habitantes de tan icónicas construcciones? Así es, se trata de las órdenes religiosas en Oaxaca.
Antigua Villa de Antequera y las órdenes religiosas
Aunque Oaxaca siempre ha sido y será Oaxaca, no todo el tiempo se ha llamado así. Durante el periodo colonial llevó el nombre de Villa de Antequera, y fue cuando se construyeron varios de los edificios más famosos de la ciudad. De esa época también data la llegada de las diversas órdenes religiosas al estado, a quienes les otorgaron varios territorios para que construyeran los templos desde los que profesarían su fe; de ahí que varios de estos inmuebles aún conserven los nombres de las órdenes o el de algún célebre fraile.
Y si te preguntas quiénes fueron las primeras órdenes en llegar, posiblemente ya lo sabías, se trata de los más conocidos y primerísimos en instalarse y predicar su religión dentro de Huaxyacac, nombre que los aztecas dieron a la ciudad: sí, nos referimos a los dominicos.
¿Y qué hacían los frailes dominicos en Oaxaca?
Llegaron a la ciudad en 1528, y para 1550 ya se encontraban predicando en las casi dos terceras partes de la entonces Villa de Antequera; esto, en parte, explica por qué hay muchos de sus templos en los alrededores del estado. Algunos de los frailes dominicos más destacados por su trabajo de investigación humanística fueron Fray Francisco de Burgoa y Fray Juan de Córdova que, como dijimos antes, dieron nombre a dos de las bibliotecas más importantes de Oaxaca.
¿Y los jesuitas, los franciscanos y los Carmelitas? Órdenes religiosas de Oaxaca
Después de siete años de haber desembarcado en Nueva España, los jesuitas llegaron a Oaxaca en 1579 con el objetivo de fundar un colegio, y Manuel Fiallo y Juan Luis Martínez patrocinaron la construcción de su primera iglesia, el Templo de la Compañía de Jesús, a un costado del zócalo.
Los franciscanos aparecieron en 1592 y también dejaron para la posteridad construcciones impresionantes en la capital, como el Templo y el Exconvento de San Francisco.
El Templo del Carmen Alto, por supuesto, perteneció a la orden de los Carmelitas Descalzos, que llegaron en 1696 y establecieron su templo principal en uno de los lugares más significativos de la época prehispánica, precisamente donde se organizaba la fiesta a Centéotl, la diosa del maíz.
Pero también hubo otras órdenes…
Los agustinos y los frailes mercedarios también predicaron y dejaron construcciones importantes. De los agustinos podemos ubicar, a una cuadra del zócalo, el Templo de San Agustín. De los frailes mercedarios, un poquito más alejado del centro, la parroquia de Nuestra Señora de la Merced.
Los monasterios femeninos también tuvieron un lugar en Oaxaca, donde tuvieron presencia las órdenes de Santa Catalina de Siena, las Agustinas Recoletas, la Orden de la Inmaculada Concepción, las Capuchinas Españolas y las Capuchinas de Indias.
¿Te quedaste picado con esta información?, ¿quieres saber más detalles sobre las edificaciones que dejaron a su paso las antiguas órdenes religiosas y sobre los bellísimos templos y exconventos oaxaqueños? No te preocupes porque aquí en Quixe tendremos más datos al respecto…
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2 comentarios en “Oaxaqueños somos y…¿entre órdenes religiosas andamos?”