Por Amalinalli Armendariz
Si alguien nos pregunta cuál es el mejor sitio en el mundo para probar chocolate, muy probablemente llegarían a nuestra mente los nombres de diversos países europeos, como Suiza, Bélgica y Francia. Pero la semilla que da origen a este manjar nació en el continente americano. Entonces, ¿por qué pensamos primero en el otro lado del mundo?
ORIGEN DEL CACAO
¿Alguna vez te has preguntado de dónde proviene el chocolate? Pues bien, todo comienza con el cacao, un árbol que puede alcanzar más de 20 metros de altura en estado silvestre; de sus pequeñas flores en tonos rosas, púrpuras y blancas nace un fruto en forma de baya grande o mazorca; en su interior se resguardan las semillas del cacao.
Desde hace más de mil años, los habitantes de nuestro continente consumían este alimento y lo utilizaban como moneda de cambio. Se decía que Quetzalcóatl había robado a los dioses el árbol de cacao y lo había plantado en la tierra para ayudar a los seres humanos. Precisamente por eso, el nombre científico, Theobroma cacao, significa “alimentos de los dioses”.
BEBIDAS DE CACAO Y EL CHOCOLATE
El chocolate que se bebía comúnmente en el México prehispánico se elaboraba con especias como la vainilla, el achiote, la hierba santa o la pimienta; podía llevar miel, algunas flores e incluso pinole; a diferencia de nuestra época, se acostumbraba a servir el chocolate frío. Sin embargo, cuando la bebida se preparaba para los guerreros, se mezclaba con maíz y semillas de zapote, y sólo entonces se disolvía con agua caliente.
En la actualidad, el chocolate que nos tomamos es el resultado de la unión de la cultura americana y la europea, es decir, se trata de un producto mestizo. Su creación se atribuye a las monjas de un convento en Oaxaca, quienes tomaron la receta original y le añadieron productos de Europa, como el azúcar y la leche de vaca.
Algunas otras bebidas que se preparan con cacao son el tejate, el pozol, tascalate, tanchuca, el champurrado, el bupu y el popo. Cada uno tiene un sabor característico que recomiendo busques experimentar.
ENTRADA AL VIEJO CONTINENTE
El chocolate entró a España con los barcos que regresaban de América. Se dice que llegó al mundo eclesiástico por un fraile que entregó la receta e ingredientes a don Antonio de Álvaro, abad del Monasterio de Piedra.
Pero algo es seguro, no fue la única persona que regresó a Europa con cacao. Pronto, el chocolate se convirtió en una bebida deseada por muchos, pero rodeada de supersticiones y extraños rumores; algunos sugerían que se trataba de una bebida afrodisíaca utilizada por Moctezuma para estar más apto para entregarse a sus concubinas.
Esto preocupaba a los clérigos que habían desarrollado un gusto por el chocolate. Sin preocuparse por los efectos, el resto de la población disfrutaba ampliamente el delicioso sabor que se puede encontrar en una buena taza de chocolate; así fue cómo se popularizó con rapidez por el viejo continente.
Después de un largo tiempo de prohibiciones y estudios sobre sus propiedades, finalmente se admitió que no había ningún peligro en beber chocolate, e incluso se le consideró una excelente bebida por la cantidad de nutrientes que contenía.
LA CONQUISTA DEL CHOCOLATE EN TIERRAS EUROPEAS
El cacao fue ganando territorio lenta pero firmemente, sobre todo porque solía consumirse por la élite de cada país.
La bebida también adquirió diferentes sabores, espesores y temperaturas, pues su preparación dependía del gusto y preferencias de los habitantes del lugar al que llegaba.
Así surgió la necesidad de comenzar los propios cultivos en tierras europeas. Aunque el proceso de adaptación del árbol de cacao fue largo debido a las variables del clima, después de algún tiempo se logró cultivar el cacao y conquistó por completo el viejo continente.
Ahora, es bien sabido que Suiza es uno de los mejores productores de chocolate a nivel mundial; sin embargo, fue de los últimos países que comenzó su negocio chocolatero; sería hasta 1875 que el conocido Henri Nestlé logró elaborar una barra de chocolate con leche.
Pero no fue el único, Rudolf Lindt también inventó uno muy similar que se derretía delicadamente en la boca del comensal. Así fue como estos dos genios, a la par de Philippe Suchard o Jean Tobler, revolucionaron el consumo del chocolate.
Actualmente, Europa es el continente que consume la mayor cantidad de cacao que se produce en el mundo. Cabe añadir que África es el productor más importante de cacao, aunque los expertos dicen que el mejor de todos todavía se encuentra en América.
Fotografía: Yanet Aquino Alcázar.
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