Por Claudia Alatorre
El COVID-19 llegó a demostrar lo frágil que es nuestro sistema educativo. La mayoría de las escuelas públicas y privadas no estaban preparadas para resolver de forma eficiente los retos de esta crisis mundial: Millones de estudiantes experimentaron a temprana edad el estrés por la saturación de actividades. Los maestros tuvieron que aprender a usar nuevas plataformas, rediseñar sus clases y brindar un mejor acompañamiento a sus estudiantes.
Pero, el daño ya estaba hecho. La ausencia de estudiantes en las plataformas electrónicas se hizo evidente y la deserción escolar empezó a incrementar sus números. Incluso, un sector de la población ni siquiera tuvo la oportunidad de vivir las clases virtuales, porque desde el inicio de la cuarentena desaparecieron del radar de las escuelas. ¿Por qué? Por la desigualdad que viven muchos estudiantes, que no tienen acceso a Internet o equipos de cómputo.
Aquellos alumnos que viven fuera de las ciudades fueron los más afectados. La Encuesta Nacional sobre la Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información de los Hogares, 2019 (ENDUTIH) demostró que, mientras en las ciudades se tenía un acceso a internet del 76 %, en las zonas rurales disminuyó a un 47 %.
Lo que indica que el rescate del ciclo escolar fue exclusivamente para los estudiantes que tenían los recursos necesarios. En un porcentaje significativo para algunos estudiantes, su libertad de salir desapareció, así como su vida escolar.
Puebla, Chiapas, Oaxaca, Colima y Veracruz son los estados que concentran la mayor población de alumnos rurales que no tienen ningún dispositivo móvil, televisión y mucho menos Internet para continuar con sus estudios, según el INEGI.
Ante esta situación, los estudiantes rurales quedaron olvidados y excluidos de su derecho a la educación. Lamentablemente, el escenario se repetirá en el siguiente ciclo escolar, de no contar con buena señal de televisión ni Internet. Miles de niños perderán la oportunidad de estudiar.
México, tan diverso, bello y cultural; pero, tan desigual…
Imágenes utilizadas: Banco de imágenes Pixaby.com
Les comparto la experiencia de un maestro rural de una población en Oaxaca de los mixes, tlahuitoltepec no hay luz eléctrica, por lo tanto no hay televisión para transmitir las clases, así que él elaboró un cuadernillo para que los niños no pierdan su enseñanza, mientras está pandemia pase, que tristeza que la educación no sea igual por falta de recursos.
Muchas gracias por tu aportación, Norma. En efecto, es muy lamentable esta situación, pero a pesar de ello, existen maestros que merecen todo nuestro respeto y orgullo por seguir adelante frente a cualquier situación que se presenta.