por Elba Paniagua
Ilustraciones: Kriss Paniagua
Un suspiro para mantener la esperanza: Sabiendo que los abrazos que no puedo darte son una dulce promesa que canta al viento mis alegrías fundiéndose con las tuyas en la añoranza de un posible. Qué reconfortante resulta la ausencia, qué deliciosa me parece la distancia, si al término de esta privación, correré a la libertad que me dan tus brazos.
Dos suspiros para pedirte un favor: Cuídate, te lo suplico amor mío, mantén la quietud, calma tus alas. Calla tus pensamientos al menos un mes, tal vez dos o tal vez tres. La desesperación es una trampa que desanima los corazones, me deshago de esas ideas para mirarte constante, cada noche en mis sueños.
Tres suspiros para ignorar el tiempo: ¿Qué es el tiempo? Apenas segundos acumulados, cuéntalos sin prisa y háganse amigos. La intensidad del sentimiento me desespera, pero enseguida me calma la ilusión de un reencuentro contigo. Debo confesar que tus ojos han sido mis cómplices absolutos, mirarlos siempre ha detenido el tiempo.
Cuatro suspiros para platicar con mi corazón: Cada latido repite lo mismo, tu nombre marca su ritmo, y si lo pongo junto al mío ¡qué armoniosa rima que se repite todo el día! Mira como el cielo está despejado, el césped enverdeció, respira con la naturaleza para que cuando esto termine, podamos latir a su ritmo.
Cinco suspiros para que no me olvides: No dejes que la distancia altere el sentimiento. Te llamo con mi mente y sé que puedes escucharme. Qué confianza la mía, qué divina alegría saber que nacimos para encontrarnos, que sirvan los inconvenientes para volvernos obstinados, no culpes a las circunstancias, ni te deshagas de esperanzas, que no importa si es pandemia o guerra, mi fe por ti no se altera.
Seis suspiros para confesarte: Esto también pasará y podré mirarte de frente y decirte con honestidad lo que solo te he dicho en mi mente. Que te adoro y nada más. Este laberinto donde me pierdo pensándote, logré descifrarlo al fin. No existen barreras tan altas como las que elaboró el miedo en complicidad con mi mente. ¿Solo eso me detiene? ¡Bah! Un huracán no sería más fuerte, solo la muerte…
Siete suspiros para dejar un consuelo: Después de este encierro recorriendo mis pasillos, habitaciones y rincones escondidos, he de decir con honestidad que habrá dicha en mi alma si me aceptas, pero igual pasará si me rechazas, el dolor será tan hondo que despertará todo aquello que ha estado dormido, removiendo mis infiernos volviéndolos paraíso, no sientas pena por mí, de alguien más será esta pasión escondida, pero consuélate amor mío, sabiendo que contigo nacieron y solo tuyos serán siempre, estos siete suspiros.
«Las conversaciones entre amigos a veces revelan verdades que buscan cabida y algunas la encuentran en la poesía. Esta epifanía de suspiros es resultado de una conversación amena con una persona singular que aportó con su ingenio las ideas que faltaban para completar el poema. Siempre honesto, sabe ser discreto y escucha todas las versiones sin juzgar ni señalar, manteniéndose imparcial, por esa y otras cualidades se ha ganado el respeto y la estima de los que lo rodean. Este poema está dedicado (a mi amigo) Álvaro Almada Ramírez y a su peculiar manera de entender el mundo».
Elba Lillian González Paniagua es egresada en Literatura Dramática y Teatro por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Realiza su tesis sobre Isabel Prieto de Landázuri. Sus líneas de interés e investigación son los Estudios de Género, Literatura del siglo XIX, y temas relacionados al horror y el terror. Ha escrito reseñas de cine y novela corta en publicaciones independientes, así como traducción de poesía. Tradujo textos y realizó pláticas sobre migración e inclusión en la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), colaboró en los eventos del Centro Cultural Coreano y participó en el Coloquio sobre Cultura Coreana realizado por el COLMEX. Actualmente, brinda asesorías de reseña literaria en Librería Porrúa, colabora con ChildFund México en el área de Patrocinio Internacional y participa en obras de teatro independientes con temática histórica y literaria. Es colaboradora de Fundación Guendabi’chi’ A. C.