Entre los manifestantes se encontraban escritores y editoriales independientes, poetas e incluso trabajadores de la Secretaría de Cultura.
La Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO) es uno de los eventos más esperados por la comunidad académica e intelectual de México y el mundo. Este evento reúne a grandes personalidades del ámbito literario, así como editoriales, para compartir en foros sus nuevas aportaciones. Pero durante la inauguración de esta edición se llevó a cabo un suceso sin precedentes: un grupo de manifestantes hicieron visible su protesta afuera de las instalaciones de la Feria del Libro de Oaxaca. Veamos los detalles.
Manifestantes «clausuran» la Feria del Libro de Oaxaca
El sábado 14 de octubre se llevó a cabo una protesta afuera de las instalaciones del Centro Cultural y de Convenciones de Oaxaca, mientras el gobernador del estado, Salomón Jara Cruz, realizaba la inauguración de la Feria del Libro. Entre los manifestantes se encontraban escritores y editoriales independientes, poetas e incluso trabajadores de la Secretaría de Cultura Estatal y Municipal. A través de los micrófonos se escuchaba su inconformidad por la «monopolización» de este evento literario, mientras que con una manta clausuraron simbólicamente para dar paso al Tianguis Autogestivo y Cultural.
El Tianguis Autogestivo surgió como una respuesta a la problemática de la privatización de la FILO, ya que este año se autorizó la organización del evento a la Provedora Escolar, la Editorial Almadía y el Fondo Ventura, dejando de lado a los escritores y editoriales originarios del estado, impidiendo una óptima promoción de la literatura oaxaqueña. Otra de las quejas surgió en torno a los altos precios de los stands en la FILO, pues la renta de un espacio de 9 m² giraba alrededor de los 17 mil pesos, inversión que algunas editoriales no recuperarían durante su estancia en toda la semana del evento.
Feria del Libro: «Un evento que no busca el bienestar de todos»
Además de la organización y los altos precios en la FILO, otra de las quejas que se escuchaban a través de los altavoces era que el evento no luchaba contra la gentrificación ni el racismo, dos grandes problemas que aquejan a la ciudad de Oaxaca. Por el contrario folclorizaba a la cultura local, contribuyendo a que el mundo tuviera una visión exótica de la misma; una demanda similar a la que se ha venido haciendo en los últimos años con las presentaciones de la Guelaguetza en el Cerro del Fortín. Además, lejos de promover la diversidad de género y la defensa del territorio se otorgan los recursos del pueblo para favorecer a un par de empresas.
Con esta protesta, y la colocación del Tianguis Autogestivo y Cultural a unos cuantos pasos del Centro Cultural y de Convenciones, se pretende abrir nuevas oportunidades a pequeñas editoriales y escritores independientes en las próximas ediciones de la Feria Internacional del Libro de Oaxaca.
Ahora que te enteraste de la protesta en la Feria del Libro de Oaxaca, échale un ojo a las Editoriales oaxaqueñas independientes, las productoras de literatura