Por Alain Zenizo
«Así también en el momento presente vemos las cosas como en un mal espejo y hay que adivinarlas, pero entonces las veremos cara a cara. Ahora conozco en parte, pero entonces conoceré como soy conocido.» [1]
Introducción
Los orígenes de Ghost in the Shell se encuentran en el comic japonés creado por Masamune Shirow en 1989. En 1995, Mamoru Oshii dirigió la versión animada del comic, haciendo cambios importantes de guion y argumento, creando una nueva versión de la historia, más simbolista y filosófica. La obra de Oshii es el objeto de estudio del presente texto, donde realizo una revisión desde una perspectiva que se enfoca en la era digital, el tiempo contemporáneo donde las pantallas, la imagen y la tecnología son parte de la vida del humano moderno.
La animación japonesa es un tema que, a partir de los años setenta, poco a poco se ha adentrado en la cultura mundial. Desde entonces, ha sido objeto de estudio de antropólogos, sociólogos y teóricos del arte por sus características que se prestan al análisis y la crítica. Así, busco la valoración y la reflexión en torno a esta obra por sus características narrativas y conceptuales que se prestan al estudio filosófico y a la crítica del tiempo contemporáneo, mediante la descripción de un mundo futurista, híper conectado y tecnológico.
Reflexiono sobre el mundo hiperconectado, donde la tecnología hace al hombre dependiente de ella y cómo el humano la alimenta hasta humanizarla, agudizando los dilemas de qué es ser humano, qué nos hace serlo y que nos distingue de la conciencia tecnológica que hemos creado.
La historia… ¿Qué es Ghost in the Shell?
La adaptación animada de Oshii trata la historia de Motoko Kusanagi, quien es una ciborg (organismo cibernético); es decir, un ser creado a partir de dispositivos robóticos, pero también con componentes orgánicos. Motoko, en su condición de ciborg, posee un ghost que, traducido del inglés, significa ‘espíritu, fantasma, alma’ y es entendido en la animación como la conciencia del ser, como aquello que la hace humana dentro de un cuerpo ciberorgánico, siendo el único registro de humanidad presente en ella.
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Es importante destacar la música de las escenas iniciales de la película, que se adentran en la historia. Creada por Kenji Kawai, la obra musical Making of Cyborg, es la ambientación sonora del génesis de Motoko. En esta secuencia animada, se va formando cada parte de su cuerpo: primero en medio de un líquido transparente y luego en uno lechoso, como si fueran líquidos amnióticos. De ahí, emerge ese ser que parece humano y se ve como una mujer adulta. Aquí podemos ver la metáfora de la gestación y el nacimiento dentro de un entorno líquido. A su vez, la música está compuesta por un coro inspirado en melodías folclóricas húngaras y fuertes sonidos de percusión tribal con instrumentos tradicionales japoneses; la letra del coro es un poema matrimonial en japonés antiguo.
La música nos introduce en la metáfora del universo en Ghost in the Shell: es un mundo futurista, con estética del ciberpunk[2] pero al mismo tiempo con problemas humanos y, esa humanidad, está implícita en el pasado foclórico, tribal y primigenio de la humanidad. La visión ciberpunk en la obra se asemeja a paisajes industriales y artificiales sin indicios de naturaleza viva, recordando a las periferias de las ciudades contemporáneas. La publicidad en los anuncios de neón y la propaganda se deja ver como un indicio del poder empresarial dedicado a la tecnología que, conforme avanza la historia, se ve asociado a la política.
Motoko trabaja como oficial de asalto para la organización “Sección 9”, encargada de tratar con delitos informáticos y terrorismo digital. En la obra, se introduce la vida de Motoko cuando recibe la orden de detener a un peligroso ente apodado “El Marionetista”. En el transcurso del argumento, van apareciendo personajes secundarios y se comprende la visión del mundo futurista, en donde tener partes robóticas es algo muy común; existe la conectividad en una red de datos que parece infinita y los personajes problematizan acerca de su pasado, presente y futuro. La misma Motoko, durante la primera mitad de la película, reflexiona sobre su conciencia y sobre qué y quién es ella. Ese futuro distópico se presenta por medio de la visión y conocimiento del mundo de su protagonista.
La saga de Ghost in the Shell, además de esta película, tuvo gran cantidad de nuevas adaptaciones en animación, comic, videojuegos y especiales para televisión, además de una reciente versión live action norteamericana. La película de 1995 ha sido reeditada más de cinco veces, incluyendo coloreado digital y efectos CGI (Colored Generated Imaginery). Las ideas tras su creación hacen referencia al Japón de post-guerra y a la idea del progreso asociada a lo tecnológico y lo moderno; al tiempo que coloca a la empresa y al gobierno como un potencial creador y destructor.
Filosofía del ghost o qué es ser un humano
En Ghost in the Shell, el tema de la humanidad es recurrente, pensada desde un sentido filosófico donde los personajes que son máquinas se preguntan sobre los porqués y para qué del concepto de lo humano. Su género, la ciencia ficción, es una narrativa que se construye sobre sí misma, pensando en el futuro y las repercusiones humanas.[3]
Motoko explora su propia humanidad, experimentando sentimientos como ansiedad o esperanza. En algunas escenas de la película, los ejercicios de introspección del personaje la hacen dudar de su propia consciencia, formulando preguntas cada vez más complejas y difíciles de contestar. El “pienso, luego existo” de René Descartes, trató justamente de lidiar con estas problemáticas humanas: ¿cómo puedo saber si yo soy verdad? Se llega a la conclusión de que, a través de la conciencia de sí mismo, es como el humano puede identificarse y, por lo tanto, existir; y esa conciencia es la iluminación última de la vida.
Para justificar su existencia, el humano es consciente de su vida, de su pasado y de su personalidad. En el caso de Motoko, ella busca la manera de justificar su existencia a partir de lo único de humanidad que le queda: el ghost. ¿Qué define al humano, el cuerpo o el pensamiento? La protagonista se lo pregunta y contesta a sí misma con el diálogo:
Hay muchos ingredientes que componen la mente y el cuerpo humano, como los que componen mi metabolismo y me convierten en este individuo con su propia personalidad. Seguro que tengo un rostro y una voz que me distinguen de otros, pero mis pensamientos y memoria son únicos en mí y cargo el sentido de mi propio destino. […] Todo esto da como resultado lo que soy y alimenta mi consciencia. (Oshii, 1995)
La frase propone la reflexión sobre qué es lo humano: ¿somos una serie de impulsos químicos y eléctricos en el cerebro?, ¿somos carne y sangre? De qué se compone lo humano es el tema central de la película. Posterior a este momento, hay una escena, sin diálogos, del mundo a través de la mirada de Motoko, quien se ve a sí misma como máquina en el reflejo de un avión; o construcciones y edificios creados por el hombre, maniquíes y sombras que solo aparentan existencia ¿El hecho de ser creada la convierte en un material desechable? Así, da espacio a nuevas dudas sobre si todo lo que ella piensa como su ghost es algo legítimo o también su historia y su realidad es una creación de otros.
Quizás nunca fui humana y fui siempre sintética […] la manera en que me tratan me hace sentir humana. (Oshii, 1995)
“El Marionetista” es la otra cara y reflejo del pensamiento de Motoko; es consciente de ser una conciencia creada a partir de datos que el hombre introdujo en una red de sistemas. Y, sin embargo, ese ghost artificial se entiende como una existencia en sí misma, como el siguiente paso en el mundo. Cabe la pregunta: ¿se necesita una humanidad si ya hay un nuevo tipo de consciencia? Y, pensando en nuestro presente y futuro: ¿cómo relacionar esta película con nuestra realidad?
Los tiempos hiperconectados
El mundo imaginado por Oshii hace más de veinte años, no dista mucho del contemporáneo. En la actualidad, por medio del internet y las redes sociales, la vida humana se ejerce en datos digitales y, a esto, es lo que nombro el tiempo hiperconectado.[4] La identidad humana la construye el humano a través de sus redes, y en esa identidad se manifiesta su propio ser.
En Ghost in the Shell, un ciborg no es un humano, y el ghost representa al alma. En los tiempos hiperconectados no hay un ciborg, pero hay redes sociales donde uno se representa a sí mismo. ¿Cuál es el ghost de estos tiempos? ¿Hay una esencia legítima detrás de un perfil digital?
El usuario alimenta las bases de datos de la máquina, un teléfono inteligente se convierte en una nueva extremidad para una nueva y supuesta “supervivencia humana”; y, por ese medio, los humanos se crean su propia identidad a través de esa pantalla, como si volvieran a nacer en el “ciberespacio”; y no sólo una vez, sino creando todas las identidades que quieran. La misma persona puede crear una personalidad diferente para cada video o red social. Cada perfil es un renacer personal de cada ser humano, y cada publicación representa la formación de una o varias identidades. ¿Qué es más humano, la persona desconocida que se percibe en la realidad, o el texto o la imagen que se recibe del ciberespacio sobre dicho individuo? ¿La experiencia real o la experiencia a través de un video o un juego?
En uno de los diálogos de Motoko, en un momento de la película, dice:
Si todos reaccionamos de la misma manera seriamos predecibles… (Oshii, 1995)
En nuestra realidad contemporánea, la complejidad está en el poder de la tecnología sobre el ser y su respuesta. Las ideas en constante alienación en el mundo globalizado e hiperconectado convierten al ser en algo predecible. ¿Eso lo hace menos humano?
La inteligencia artificial es otro punto a reflexionar, puesto que millones de personas dan sus datos y alimentan de información a un sistema, emulando una dialéctica de mensajes y respuestas de la máquina al humano. Por ejemplo, la aplicación cleverbot, los algoritmos de publicidad de Google o los Amazon Echo[5].
Finalmente, el mundo hiperconectado se ve reflejado en Ghost in the Shell en la experiencia humana; experiencia que se convierte en mercancía intercambiable. Esta, junto con el conocimiento humano, son transformados en videos de Youtube, en tuits, publicaciones en redes sociales y se intercambian como momentos efímeros en el ciber espacio; en la obra, las vivencias y las partes del cuerpo se convierten en objetos intercambiables y moldeables que hacen dudar de la legitimidad de esa existencia.
Conclusiones
La ciencia ficción es un género explorado y reinventado cada momento. En el caso de Ghost in the Shell, obras como Matrix, Terminator, Robocob o Serial Experiments Lain retoman y reinventan sus problemáticas respecto a la realidad o el ser del ciborg.
La reflexión lleva a pensar en los tiempos iniciales dentro del contexto de la modernidad; en la obra de ciencia ficción El Prometeo Moderno, crítica al pensamiento tecnológico de su momento, la idea de la humanidad de llegar más allá creando un ser viviente con su propia conciencia en nombre del progreso, se vuelca trágicamente contra sí misma. Asimismo, en Ghost in the Shell y en el reflejo de nuestra realidad, la cibernética y los avances tecnológicos nos convierten en algo nuevo; la humanidad nunca va hacia atrás y es vital comprender al mundo en que se vive y hacia dónde se orienta, dando importancia a la comprensión del ser en sí mismo y a la conciencia de su existir.
La vida se ha vuelto más compleja por toda la información que existe, el problema filosófico no es el mismo para el siglo XVIII que para el siglo XXI, donde existen nuevos retos en cuanto a la comprensión de nosotros mismos. Hoy, muchos niños pequeños tienen una tablet y conceden su vida a la red desde que tienen conciencia de sí; y el tema del ser volverá a girar para entender su realidad misma de adulto, buscando comprender su nuevo sistema de memoria y pensamiento.
El tema de comprender la existencia y conciencia de sí, es algo complejo, pienso que no se logra totalmente en ningún momento de la vida. Sin embargo, a través de la ficción y la reflexión, la propia historia, gustos y memorias, podemos ser capaces de racionalizar sobre el sí mismo, entender nuestra humanidad y ver a nuestro verdadero ghost.
Referencias
Oshii, M. (1995). Ghost in the Shell [DVD]. Japón.
https://www.bibliacatolica.com.br, B. (2018). 1º Carta a los Corintios. De: https://www.bibliacatolica.com.br/biblia-latinoamericana-vs-el-libro-del-pueblo-de-dios/1-carta-a-los-corintios/13/
Elias, J. (2018). Mamoru Oshii, uno de lo mayores dibujantes de anime, no volverá a ejercer su profesión y este es el motivo. De: https://www.alfabetajuega.com/noticia/mamoru-oshii-uno-de-lo-mayores-dibujantes-de-anime-no-volvera-a-ejercer-su-profesion-y-este-es-el-motivo-n-68787
Descartes, R. (2000). Meditaciones. El Cid Editor.
Shelley, M., & Torres Oliver, F. (2018). Frankenstein o El moderno Prometeo. Madrid: Alianza Editorial.
Grube, G., & Calvo Marti?nez, T. (2012). El pensamiento de Plato?n. Madrid (Espan?ol): Editorial Gredos.
[1] https://www.bibliacatolica.com.br, B. (2018). 1º Carta a los Corintios. De: https://www.bibliacatolica.com.br/biblia-latinoamericana-vs-el-libro-del-pueblo-de-dios/1-carta-a-los-corintios/13/
[2] Subgénero de la ciencia ficción, conocido por reflejar visiones distópicas del futuro en las cuales se combinan la tecnología avanzada con un bajo nivel de vida.
[3] La robótica en obras como las de Isaac Asimov o los mundos creados por Ray Bradbury y Arthur C. Clarke, cada vez más, se acercan al mundo actual y generan una incertidumbre existencial para el lector sobre hasta qué punto llegará el ser humano.
[4] El prefijo hiper alude a Gilles Lipovestsky y su término hipermodernidad, concepto que desarrolla en varias de sus obras. Este consta en describir y abordar el contexto de la sociedad actual, cuya situación, en el mercado global, conjunta el individualismo acentuado que vivimos hoy en día con la tecnología y las redes sociales actuales que forman una nueva cultura de masas. Por ende, surge la paradoja del individualismo extremo y la homogenización de la cultura. Véase Lipovetsky, Gilles. Los Tiempos Hipermodernos. Barcelona: Anagrama, 2016; La Era Del Vacío. Barcelona: Anagrama, 2015; con Jean Serroy. La Cultura-Mundo. Barcelona: Anagrama, 2010.
[5] Asistente virtual con inteligencia artificial con gran variedad de aplicaciones y servicios controlada por voz. También puede controlar otros dispositivos inteligentes en casa.
Alain Zenizo Carrasco es licenciado en Arte y Gestión Cultural por la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA). Ha presentado ponencias en Aguascalientes, Monterrey, CDMX y Buenos Aires, Argentina. Es tallerista y conferencista en la UAA. Trabaja en la organización y museografía de la exposición y coloquio estudiantil en Aguascalientes. Actualmente, también es colaborador de Fundación Guendabi'chi' A. C. Correo: roy.mustang16@gmail.com Este artículo se inscribe en el marco del 20 Aniversario del cómic Ghost in the Shell.
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