Si eres devoto de la Virgen de Juquila,tienes que conocer su ruta de la fe.
La fe es una expresión cultural que se vive de diversas maneras; una de las más populares son las peregrinaciones. En México existen diferentes santuarios a los que llega la feligresía formando parte de una peregrinación, y lo hace para pedir o dar gracias por alguna situación particular. Uno de los más visitados es el Santuario de Juquila, en donde, año con año, millones de personas acuden a ver a la Virgen. Pero ¿Sabías que existe una Ruta de la Fe que sale desde la ciudad de Oaxaca? Aquí presentamos la Ruta de la Fe de Juquila.
Ruta de la Fe Juquila, una devoción con siglos de historia
Juquila es famosa entre las advocaciones de la Virgen María en México. Este santuario comparte el pedestal de los más visitados junto con la de Guadalupe y la de San Juan de los Lagos. Cada año recibe a millones de peregrinos nacionales y extranjeros que la visitan para pedirle algún favor, cumplir una promesa o dar gracias por los sucedido. Pero ¿Por qué es tan famosa la Virgen de Juquila? Su historia se remonta a unos cuantos siglos atrás.
Se cuenta que la figura de la Virgen, elaborada de madera, fue el regalo de un fraile dominico a un indio chinanteco, allá por el siglo XVI, en recompensa a su labor catequética. La pequeña figura, de 20 cm de alto, fue colocada en una capilla hecha de zacate y carrizo, pero al poco tiempo un incendio arrasó con todo al paso, excepto con la Virgen, a pesar de que la madera también es un material inflamable. Solo cambió el color de su rostro a uno más oscuro, y eso fue tomado como una señal, de que la Virgen tuvo el deseo de quedarse con el pueblo chatino y adoptar su color de piel.
La fe se encarna a través de la Ruta de Juquila
Desde ese siglo se promovió la devoción a la Virgen de Juquila, y hoy su Santuario es altamente visitado. Pero existe una Ruta, que parte desde la ciudad de Oaxaca, para que los peregrinos puedan vivir la fe en todo su esplendor. Así que si eres de los que disfruta de las grandes aventuras no dudes en recorrerla, pues esta interesante trayectoria abarca siete puntos que te conducirán hasta este Santuario de la Fe.
Zimatlán, Huixtepec y Ayoquezco
Zimatlán de Álvarez, San Pablo Huixtepec y Ayoquezco de Aldama conforman el primer bloque de la Ruta de la Fe de Juquila. Estos tres puntos se encuentran entre los primeros sesenta kilómetros de distancia partiendo desde Oaxaca de Juárez. En ellos podrás disfrutar deliciosa comida, deleitarte con sus paisajes y participar en distintas actividades propias de la región que te van a encantar.
En Zimatlán podrás realizar un viaje en el tiempo, al visitar el Templo de San Lorenzo y el Mercado Municipal; disfrutarás de su deliciosa barbacoa de borrego y sus empanadas de flor de calabaza; y podrás vivir un paseo relajante entre los campos de flores, íconos del lugar.
Huixtepec te asombrará con el Templo de San Pablo y las muchas capillas ubicadas en cada barrio; además, el queso, el pan de codo y el atole de espuma serán como una caricia para tu paladar. Para finalizar este bloque, Ayoquezco te espera con los brazos abiertos, para que visites el Templo de la Natividad, el Cerro El Choco y la Cascada Lasxuda; y si al final te da un poco de hambre podrás degustar sus exóticas “piernas de vieja”, un platillo a base de guías y quintoniles, su pastel de nopal y la deliciosa cerveza artesanal de piña, elaborada en ollas de barro.
San Sebastián de las Grutas y Sola de Vega
Dentro del segundo bloque de esta Ruta de la Fe que lleva hasta Juquila se encuentran San Sebastián de las Grutas y Villa Sola de Vega. A través de estos pueblos de Oaxaca podrás encontrar una variedad de paisajes, tradiciones y, por supuesto, deliciosa comida, que atraparán tu corazón.
Para seguir con esta segunda mitad del camino, San Sebastián de las Grutas se corona como el destino perfecto para quienes gustan del ecoturismo; visita el Centro Comunitario “Las entrañas de la Tierra”, viaja en bicicleta por las tumbas prehispánicas y admira los sabinos que viven a la orilla del río; y, si tu espíritu aventurero es insaciable, podrás realizar la caminata extrema de 6 horas de duración. Villa Sola de Vega se merece una mención especial por ser la cuna del mezcal tobalá; tan solo en este lugar crecen 18 especies diferentes de agave, por lo que no te puedes perder de conocer esta ancestral tradición; para rematar disfruta de su delicioso pastel de Fandango Solteco, elaborado con carnes y especias de la región.
Juchatengo y Juquila, la última parada en la Ruta de la Fe
Ya muy cerca de Juquila se encuentra San Pedro Juchatengo, el último pueblo antes de llegar al Santuario de la Virgen. En este lugar se comienza a sentir la esencia de la costa oaxaqueña, pues Juchatengo se encuentra rodeado de ríos, y su fauna forma parte importante de la gastronomía local. Cuando llegues aquí no te olvides de visitar el Templo de San Pedro, admirar la belleza natural de sus ríos y probar las delicias de temporada como los camarones, las ranas y los chacales. El pan blanco es la especialidad, por lo que puedes llevarte unos para el camino y llegar a Juquila con mucha energía y devoción.
Santa Catarina Juquila es el destino final de la Ruta de la Fe, por lo que la satisfacción cuando llegues hasta aquí será incomparable. En este Pueblo Mágico de Oaxaca podrás expresar tu devoción a través de distintas prácticas, desde visitar a la Virgen en su Santuario, hasta llevar una réplica de la milagrosa imagen hasta tu hogar. Para descubrir todo lo que puedes hacer chécate nuestra entrega sobre las 5 actividades para realizar en Juquila.
Ahora que ya conoces la Ruta de la Fe Juquila ¿Qué estás esperando para realizarla? Planea tu viaje y vive tu fe conociendo y disfrutando de la belleza que te ofrecen los pueblos de Oaxaca.