Ya conocemos a los famosos alebrijes, artesanías oaxaqueñas que representan a seres mágicos y que pueden adoptar la forma de uno o varios animales, caracterizados por sus bellos colores y decoración. Recientemente esta ornamentación tan representativa se hizo presente en la carrera Indy500 en Indianapolis, a través del casco con alebrijes del piloto regiomontano Patricio O´Ward, quien, con mucha alegría, presumió en sus redes sociales el increíble trabajo realizado por artesanos de San Martín Tilcajete. Sigue leyendo esta historia de orgullo oaxaqueño.
Así llegaron los alebrijes al caso tuneado
El pasado 28 de mayo se realizó la Indy500, una carrera de automovilismo con una longitud de 500 millas y que tiene lugar en el autódromo Indianápolis Motor Speedway, en el estado de Indiana. En ella participó el piloto mexicano “Pato” O´Ward, quien portó con mucho orgullo un casco pintado a mano por artesanas y artesanos de San Martín Tilcajete en Oaxaca. Según las mismas declaraciones del regiomontano el casco es una verdadera obra de arte que no se cansará de ver. Y es que cómo no, si la composición en naranja, verdes y grises hacen de este casco algo nunca antes visto entre los integrantes de la IndyCar.
Si te gusta Oaxaca tanto como a nosotros te serán familiares los patrones y texturas que portan los alebrijes, pues estos mismos fueron plasmados a mano en el casco de Pato O´Ward, por lo que el detalle es uno de los elementos que distingue a esta increíble pieza. El trabajo corrió a cargo del taller de Jacobo y María Ángeles en Tilcajete, quienes con el mismo orgullo se expresaron del casco como una pieza “tuneada” que recorrerá el mundo. Cabe destacar que el mismo Pato comentó que el motivo principal de esta decisión fue que en sus cascos anteriores portaba solo los logos de sus patrocinadores, y en esta ocasión quiso llevar a EUA algo que hablara de sus raíces y lo distinguiera como mexicano ¡Y vaya que lo logró!
Se suma el casco de Indianápolis a los alebrijes que viajan por el mundo
Pero este no es el único caso de piezas-alebrijes que han llegado a otros países, sino que se suma a la lista de orgullosos momentos en los que otras creaciones han puesto en alto el trabajo de los artesanos de Tilcajete y Arrazola. Basta recordar la “Camioneta Alebrije”, una Mercedes-Benz decorada con motivos mixtecos y zapotecos, o el “Toro Alado” que llegó a Barcelona en el 2022. Sin duda los alebrijes nos siguen sorprendiendo con sus colores, su magia, pero, sobre todo, con esa capacidad que tienen para traspasar fronteras.
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