Oaxaca ha cambiado en varias ocasiones la división interior de su territorio. A lo largo de la historia ha sido repartida en corregimientos, partidos e intendencias.
A lo largo de su historia Oaxaca ha cambiado la manera en que su territorio se ha dividido. Desde intendencias y departamentos, hasta las actuales regiones que contienen a los 570 municipios, el estado ha transformado sus fronteras internas demostrando con ello la complejidad de su territorio y su población. Si bien los cambios han sido muchos, aquí te dejamos una breve historia de la división territorial de Oaxaca a través del tiempo.
Corregimientos y alcaldías
Durante los primeros años de la Nueva España se introdujeron los corregimientos. Esta forma de gobierno permitía a los principales pueblos indígenas conservar sus formas de administración del poder, mientras que el resto de los pueblos estarían a cargo de corregidores. Más tarde, hacia 1550, la Nueva España se fragmentó en provincias gobernadas por un alcalde; este sería el caso de Oaxaca.
Partidos
Después de varias décadas de haber sido establecido el sistema de alcaldías, surgió un nuevo cambio. En el siglo XVII, Oaxaca se dividió en 18 Partidos de diferente extensión; entre ellos se encontraban Teotitlán del Valle, Zimatlán-Chichicapan, Nejapa y Jamiltepec (donde únicamente habitaban negros y mulatos), Villa Alta, Teposcolula y Miahuatlán, entre otros. Dicha fragmentación no dejó a un lado los corregimientos y las alcaldías, sino que serían estos partidos las que acogerían a dicha forma de gobierno.
Las intendencias
Un siglo más tarde, por mandato del rey Carlos II la división territorial de la Nueva España se transformó. Así entre 1786 y hasta 1821, entró en vigor el sistema de intendencias, el cual intentó limitar el poder de los virreyes y traspasar la autoridad a los intendentes. Esta forma dio pie a que por primera ocasión se conformara la intendencia de Oaxaca, que se estaba conformada por 16 alcaldías y un corregimiento.
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Los departamentos
Con la llegada de la Independencia se eliminaron las intendencias y la división del país se realizó por estados. En 1824 Oaxaca recibió el reconocimiento oficial como uno de los estados que conformaban la nación mexicana; con ello obtuvo una división en ocho departamentos: Oaxaca, Villa alta, Teotitlán del Camino, Tehuantepec, Miahuatlán, Teposcolula, Huajuapan y Jamiltepec. No obstante, la división no era clara debido a que algunas fronteras se superponían y los límites de los pueblos eran confusos, por lo que posteriormente se buscó hacer una nueva estructuración y división del territorio.
Distritos políticos
Nuevos cambios llegaron a la delimitación interna de Oaxaca a partir de 1847. Como parte de la federación, el estado buscó establecer una división municipal que fuese dependiente de una fragmentación más amplia conocida como distritos políticos. Durante varias décadas y hasta la culminación de la Revolución Mexicana, Oaxaca contó con 27 Distritos que iban de Silacayoapan en el extremo occidental y Juchitán en el oriental, hasta Tuxtepec en la frontera norte y Pochutla al sur.
OAXACA 1904. El estado de los 570 municipios resumido a 25 distritos postales hace casi 120 años.#Oaxaca #mapas #geografia #cartografia pic.twitter.com/1UQmZE1WOt
— Mapoteca de pZZ (@mapoteca_mx) April 12, 2022
Regiones
Durante la década de los años 20 y los años posteriores el número de distritos se acrecentó a 30 y para 1932 el gobierno mexicano decidió superponer una división que respetara los orígenes de cada una de las comunidades de la región oaxaqueña. En consecuencia, el estado recibió la división en siete regiones: la Cañada, la Costa, del Istmo, la Mixteca, del Alto Papaloapan y Tuxtepec, la Sierra y los Valles Centrales. Esta disposición se ha mantenido hasta la actualidad, con la adición de una región más, producto de la división entre Sierra Norte y Sierra Sur.
¡Cuántos cambios ha tenido la delimitación interna del estado de Oaxaca! Sin duda las transformaciones histórica, la complejidad del territorio y las sociedades que lo han habitado a través del tiempo han hecho necesario que su división haya tenido tantas transformaciones y le dan al estado una riqueza cultural inigualable.
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